¿Se imagina tener 20 años de edad, ser una estudiante universitaria productiva, estar en plenitud de salud y que de repente te dé una enfermedad que  de la nada que te deja casi un año hospitalizada y provoca que pierdas parte de tus piernas y los dedos de tus manos?

Esa es la historia de la atleta paralímpica estadounidense Jamie Schanbaum, quien  superó dichas limitaciones para convertirse en una medallista de oro en los Juegos Paralímpicos de Estados Unidos en el 2011 en la modalidad de ciclismo,  y quien hoy día es portavoz de la campaña a favor de la vacunación contra la meningitis B.

La meningitis es una enfermedad viral que puede tener efectos adversos, tales como sordera, daño cerebral, daño al sistema nervioso, amputaciones y hasta la muerte. De hecho, cerca de un 15 por ciento de las personas con meningitis fallecen.

En el 2013, hubo cerca de 16 millones de casos de meningitis y unos 303,000 afectados fallecieron. En el caso de Estados Unidos en particular, se afectan entre 800 a 1,200 personas anualmente y un tercio de esos casos son de la meningits B, la  que le dio a Schanbaum.

“Muchos niños son vacunados para cuatro de los cinco tipos de meningits (A, B, Y y W) pero menos del 10 por ciento se vacuna para la meningitis B, para la cual se consiguió una vacuna desde el 2014. Irónicamente, este tipo de meningitis afecta con mayor grado a jóvenes de 16 a 23 años”, dijo Schanbaum, que está en la Isla esta semana ofreciendo conferencias.

“A mí me dio a mis 20 años de edad en el 2008. Y no sé ni cómo. Solo sé que ese año viajé a Hawaii y a Nueva York y estaba en la universidad. Eso es lo impredecible de esta enfermedad, que no sabes cómo es que te contagias realmente y por eso es mejor prevenir”.

Una vez fue dada de alta a fines del 2009, Schanbaum prácticamente tuvo que aprender a caminar otra vez, pero la adversidad la motivó utilizar el deporte como una herramienta de motivación para ella y para otros.

“Fue un proceso tortuoso, pero logré montarme en una bicicleta en el 2010 y de ahí no he parado. Para la competencia en el 2011 pasé por un entrenamiento riguroso de pesas, buena alimentación y bastante pedaleo. Fue algo que me ayudó a coger confianza en mí misma y algo que quise hacer para crear conciencia sobre esta enfermedad. Lo hice por los que la han sobrevivido y los que fallecieron también. Porque cuando te da meningitis, no es una enfermedad común que simplemente vas a un doctor para buscar una receta. Es una enfermedad en la que te enfrentas a la muerte”.

Schanbaum sostuvo que aunque se mantiene entrenando para su salud personal, no estará compitiendo por Estados Unidos en los Juegos Paralímpicos que inician el 7 de septiembre en Río de Janeiro. Sin embargo, no descarta hacerlo en un futuro.

“Soy joven. Apenas cumpliré 27, puedo hacerlo en el futuro y tengo gente que me está empujando para que vuelva al ruedo competitivo. Pero primero quería terminar mi bachillerato  en sociología y aprovechar la ventana de oportunidades que se me han presentado para crear conciencia sobre la meningitis B. ¿Quién sabe? Quizás pronto me vean compitiendo en mi bicicleta otra vez”.