Barranquilla. Quique Figueroa tiene una manera juvenil de explicar por qué se mantiene compitiendo a sus 54 años.

“Esto es como el perrito y la bola. No importa cuántas veces le tires la bolita al perro, él siempre se irá detrás de la bola”, dijo en analogía. “Yo tengo ese síndrome”.

Pues cada vez que tiran un bote al agua, el también miembro de la Junta del Atleta a Tiempo Completo se le va detrás del bote a competir, como lo está haciendo en Barranquilla 2018 por octava vez en Juegos Centroamericanos del Caribe.

Ha competido al alto nivel desde que era un teenager y lo seguirá haciendo hasta al menos los 56 años porque de Barranquilla saldrá directo a competir en las clasificaciones para la Olimpiada de Tokio 2020.

Ahora bien, su seguimiento deportivo no es un cuento juvenil, sino un deporte de hombres, pues Figueroa dijo intentará clasificar a Tokio en el catamarán llamado Nacra 17, cuya tecnología coloca ambos cascos del catamarán al aire, toma velocidades y niveles de peligrosidad superiores a las que acostumbra a navegar sobre el Hobie 16 que usa aquí. Por la velocidad, requiere mayor peso corporal de la tripulación.

“Ahora estamos navegado encima del mar. Tenemos unos “foils” que cuando el bote acelera se levanta del agua, evita la fricción con el agua y duplica la velocidad. El manejo, control, velocidad y balance son ahora extremos. A los 54 años estamos aprendiendo eso”, dijo Figueroa, quien también correrá el Nacra 17 junto a Franchesca Valdés.

Figueroa comparó el Nacra 17 con un auto Ferrari al lado del Hobie 16, que para él es como un Volkswagen. Dijo que, pese a las diferencias, sigue compitiendo en Juegos Centroamericanos con el Hobie 16 porque los Juegos le mantienen enfocado. El Nacra 17 es solamente un bote olímpico.

“Nos ayuda en el enfoque de estar en el itinerario de entrenar y competir. Aquí estamos dedicados los siete días”, respondió el miembro más longevo de la Junta del Atleta Tiempo Completo.

Sin embargo, el itinerario de Barranquilla le interrumpe la preparación para el Nacra 17, un bote que dijo que tiene en su poder desde marzo pasado y en el que ha competido una vez desde entonces.

Luego de Barranquilla, ambos seguirán la ruta para iniciar el proceso clasificatorio hacia Tokio en el bote Nacra 17.

“Dos días luego de Barranquilla vamos a Dinamarca a montarnos en un Ferrari luego de estar en un Volky. No es lo óptimo, pero es lo que tenemos que hacer”, finalizó.