Londres.- El dos veces campeón de Wimbledon, Rafael Nadal, se despide nuevamente de manera prematura del torneo, luego de caer ante el número 102 del mundo, quien dio el partido de su vida.

Dustin Brown, un alemán de ascendencia jamaiquina, desplegó un toque sutil y un juego de saque y volea para imponerse el jueves por 7-5, 3-6, 6-4, 6-4, en la más grande sorpresa del torneo hasta ahora.

Brown mantuvo a Nadal fuera de balance con una mezcla de drop shots, tiros improvisados y veloces devoluciones de revés.

Es la primera vez que Nadal cae en un Grand Slam ante un jugador que proviene de la clasificación, y el cuarto año en fila que pierde en las primeras etapas ante un jugador ubicado fuera de los 100 mejores del mundo.

La salida de Nadal es un marcado contraste con lo vivido por Roger Federer momentos antes en la misma Cancha Central.

Con un tiro casual entre las piernas, Federer mostró toda la magia que lo hace tan especial en la Cancha Central de Wimbledon.

En una actuación clásica del maestro sobre césped, Federer arrolló el jueves al estadounidense Sam Querrey por 6-4, 6-2, 6-2 para alcanzar la tercera ronda e incrementar un poco sus posibilidades de un octavo cetro en All England Club.

Y, en buena medida, Federer produjo otro momento memorable para añadir a su colección.

Con Querrey al servicio abajo 4-2 en el segundo set, Federer recorrió casualmente a su derecha por la línea de fondo, y casi sin inmutarse sacó un globo por en medio de las piernas... un globo perfecto luego de que el estadounidense había atacado la red. Querrey alcanzó a devolver el tiro, pero lo dejó en la red.

Punto para Federer.

"Es raro que eso suceda, así que cuando se da la oportunidad hay que conseguirlo", dijo Federer. "Fue un tiro perfecto. Incluso tuve un poco de tiempo. Tenía que poner las piernas en posición. Sentí que tenía tiempo. Pero, si no se gana el punto, te ves un poco tonto".

Federer estuvo lejos de verse mal en un día en que su juego recordó el nivel que lo llevó a ganar 17 torneos de Grand Slam.

El suizo terminó con cinco quiebres, levantó las dos oportunidades de rompimiento en su contra, tuvo 32 tiros ganadores y solo 10 errores no forzados, para culminar su obra en menos de 90 minutos.

Otro ex campeón tampoco sufrió para ganar el jueves.

En busca de su segundo Wimbledon en tres años, el tercer preclasificado, Andy Murray, no fue puesto a prueba al superar al holandés Robin Haase por 6-1, 6-1, 6-4.

A Murray apenas le tomó una hora y 27 minutos despachar a Haase, quien nunca fue una amenaza para el escocés, quien se convirtió en el primer británico en ganar Wimbledon en 77 años, con su cetro de 2013.

Al finalizar su partido, Murray aventó sus muñequeras a las gradas, y una de ellas cayó en el lugar del presidente del torneo, Philip Brook, quien estaba sentado al lado de la duquesa de York, Camilla.

"La vi al término del partido", dijo Murray. "Y entonces la duquesa abrió su bolso y ahí estaba mi muñequera. Obviamente, Brook se la dio".

En la rama femenil, la campeona defensora, Petra Kvitova pasó sin problemas a la segunda ronda, luego de despachar a la japonesa Kurumi Nara por 6-2 y 6-0. La checa apenas ha perdido tres juegos en dos partidos hasta ahora.

La quinta favorita, Caroline Wozniacki, se recuperó luego de dejar escapar una cómoda ventaja para superar a la checa Denisa Allertova por 6-1 y 7-6 (6). La danesa, que nunca ha avanzado más allá de la cuarta ronda en Wimbledon, forzó la muerte súbita luego de dejar ir una delantera de 5-1 en el segundo set.

Además, la alemana Sabine Lisicki se recuperó de un set y quiebre abajo para superar a la estadounidense Christina McHale por 2-6, 7-5 y 6-1.