Don Eddie Troche participará por undécima ocasión en el World’s Best 10K,  pero esta vez tendrá un significado diferente, no solo porque lo correrá a sus 80 años, sino porque dedicará la hazaña a “Pepa”, su esposa fallecida.

El hombre residente en Ponce, llegó a eso de la 10:00 a.m. al área del coliseo Rebekah Colberg y lucía tranquilo a solo horas de que iniciara el importante evento deportivo, que este año recibirá a 10,078 participantes.

“Yo corro todos los días una o dos millas y el día que no corro no duermo bien. Es cuestión de mantenerme en eso”, dijo sonriente sobre la clave para mantenerse saludable.

Don Eddie espera completar la carrera en 1 hora con 30 minutos y, para atraer la buena suerte, llevará el apodo de su esposa sobre el número de competidor que lucirá en su espalda. La mujer, recordó, falleció hace más de un año por problemas cardiacos.

 “A las personas, aunque se molesten y se sientan mal (por no terminar la carrera) que lo sigan intentando”, aconsejó el hombre a los participantes.

Mientras, para Víctor M. Cruz, de 65 años y vecino de Guayama, correr es “la fuente de la juventud”.

El carismático hombre, que confía en arribar a la meta en menos de una hora, dice que la clave para mantenerse en forma es establecer una rutina, que incluya ejercicios, y cumplirla rigurosamente.

A eso de la 1:00 p.m., aún eran pocas las personas que habían llegado al área del puente Teodoro Moscoso.

Algunos como Irasemis Díaz Sánchez, vecina de Caguas, su esposo, Luis O. Carmona, e hijo, Gerardo Alejandro Díaz, buscaban guarecerse del sol y mantenerse hidratados.

Esta es la segunda vez que la familia caminará junta el 10K.

“Lo importante es compartir”, dijo Díaz Sánchez, quien describió el evento como uno bueno y organizado.