Hay momentos en la vida en que las pausas forzadas sirven para comenzar de nuevo, y no es hasta pasados varios días, meses o tal vez años que se aquilata en toda su dimensión cuán beneficiosos fueron éstos.

De eso puede dar fe el atleta carolinense Héctor Carrasquillo, quien cumple una suspensión de dos años de toda competencia nacional e internacional tras dar positivo en una prueba de dopaje.

Carrasquillo, plusmarquista nacional en 400 metros lisos (45.60), ha aprovechado ese tiempo para poner sus cosas en orden, analizar su pasado y planificar sus próximos pasos. Además, ha decidido regresar a la pista en busca de una segunda oportunidad con la madurez y la experiencia adquirida en este tiempo de “inactividad”.

“Mi meta es volver otra vez al atletismo, a representar a mi país a partir del 2013, cuando ya sea elegible para poder competir nuevamente. Volver otra vez a la ruta, a mi vida normal, volver a entrenar”, expresó el atleta de 24 años, quien tiene la mira puesta en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

“Todo atleta quiere ir a unas Olimpiadas y yo quiero ir a unas porque he estado en Mundiales, Panamericanos, Centroamericanos, en diferentes tipos de campeonatos, pero nunca he ido a unas Olimpiadas”.

Cambio de velocidad

Carrasquillo no vio acción en los pasados Juegos Panamericanos y tampoco lo hará en los venideros Juegos Olímpicos debido al resultado positivo en su prueba de dopaje, que lo mantiene fuera de las pistas hasta mayo de 2013.

Luego de los Juegos Centroamericanos, Carrasquillo decidió retirarse del atletismo por no contar con ayuda económica. Se enlistó en la Marina y, debido a que es un hombre delgado, se dopó para ganar peso y masa muscular. “La cantidad que utilicé fue mínima (4cc del esteroide anabólico nandrolona), pero como la sustancia se mantiene por mucho tiempo en tu cuerpo...”.

Se mantuvo alejado de las pistas por unos cinco meses hasta que se enteró de que tenía el tiempo para competir en el Campeonato Mundial de Atletismo Daegu 2011.

Entonces, se comunicó con su entrenador Ubaldo Duany y le propone trabajar juntos nuevamente. En todo ese proceso, según confesó, nunca pensó en el detalle de que se había dopado y de que podía dar positivo en una prueba.

“Mi entrenador me dice: ‘Tenemos que ponernos a entrenar mañana, no podemos perder más tiempo’. Yo, sinceramente, no estaba pensando en lo que había utilizado, que fue cinco meses antes. Yo no pensé nada y me puse a entrenar”, recordó Carrasquillo, quien tampoco le dijo a Duany lo que había hecho meses antes.

“Si yo por lo menos hubiese sido sincero con mi entrenador y le hubiese dicho: 'Está pasando esto'. Pero nunca lo hablé porque no estaba pensando en lo que había utilizado. Eso sí, había notado cambios en mi cuerpo. Que había subido de peso, mi masa muscular aumentó. Pero no veía cambios en cuestión de rendimiento porque me cansaba igual”, explicó.

En abril de 2010, Carrasquillo compitió en el Grand Prix Internacional Ximena Restrepo, en Medellín, y es precisamente en esa competencia donde le hacen la primera prueba que dio positivo. Una segunda prueba, que le realizó el Comité Olímpico de Puerto Rico de cara a los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011, también resultó ser positiva, pero en una cantidad menor y el 22 de mayo del 2011 fue suspendido por dos años.

“En ningún momento lo negué. Todo el tiempo dije que sí, que yo estaba claro que había utilizado la sustancia. No tenía nada que ocultar, no tenía por qué decir que no”, expresa.

Carrasquillo aprovechó el tiempo para recuperarse de lesiones y reflexionar sobre su carrera. Pero además de querer regresar por su amor al atletismo, tiene una razón más íntima que lo impulsa.

“Mi papá es paciente de cáncer y él me dijo que quería verme correr... El que mi papá me lo haya pedido... Antes de que le pase algo malo, yo quiero estar en la pista”.