Cerca de 200 kilómetros de tela fueron usados para la fabricación de los dos millones de ítems necesarios para uniformar a los 87,000 trabajadores y voluntarios olímpicos y paralímpicos presentes en los Juegos que se celebrarán en agosto y septiembre.

Según explicaron los organizadores en un acto ante la prensa en la Ciudad de la Samba, situada en el centro de Río de Janeiro, el color azul será asignado a los árbitros, el rojo a los equipos médicos, el amarillo a los trabajadores de las áreas operacionales y el verde a los miembros del servicio de atención al espectador.

Estas tonalidades se verán en las camisetas, chaquetas, mochilas, zapatos y gorras que lleve el personal olímpico.

El color de los pantalones, que podrán ser llevados en formato largo o bermuda, será de color marrón claro y servirá para todas las clasificaciones operativas.

La producción de tal cantidad de ropa ha corrido a cargo de la marca china 361º, una empresa especializada en la fabricación de equipación deportiva y con la que llevan trabajando en los diseños de los uniformes desde 2014.

Al ser un patrocinador, reconoció a Efe el director de Servicios durante los Juegos del comité organizador Río 2016, Todd Severson, la fabricación de los uniformes no ha supuesto un coste para la organización olímpica.

De acuerdo a Severson, este "versátil y flexible" disreño "funcionará en todos los ambientes" y se podrá adaptar a las necesidades de cada trabajador, dependiendo de su tamaño, sensación de frío o calor o incluso a si tiene alguna discapacidad física.

Por ejemplo, los bolsillos se encuentran en los laterales de los pantalones y no en la parte trasera para que sea de fácil acceso para los que vayan en silla de ruedas.