Hace tres años, Stephanie Piñeiro sentía la necesidad de encontrar   un sistema de entrenamiento  que complementara su preparación de cara a  la temporada del Baloncesto Superior Nacional Femenino (BSNF).

Una tarde, en medio de su entrenamiento en el tabloncillo,  miró  al fondo de la cancha Lauro Dávila   y encontró lo que tanto había estado buscando.

La respuesta tenía  un cuadrilátero como escenario, y se llamaba boxeo.

 “Ella vino  con una amiga y me dijo: ‘yo quiero entrenar’. Les dije: ‘conmigo no hay ningún problema porque aquí está todo aquel que quiera boxear’”, recordó José “Cheo” Cuadrado, entrenador del Toa  Alta Boxing Club.

Cuadrado vio la excelente forma en que  Piñeiro “metía las manos”, la forma en que captaba y ejecutaba sus recomendaciones, y su excelente disciplina de trabajo. 

Piñeiro tenía todo lo necesario para despuntar en el boxeo aficionado, pero ella aún no lo  internalizaba. 

“En un principio lo hice por mantener mi acondicionamiento físico luego de que se terminara mi temporada de la  LAI (Liga Atlética Interuniversitaria) y antes de que comenzara la temporada del baloncesto femenino. No buscaba mucho más. Solo quería tener la condición para comenzar fuerte mi temporada”, confesó Piñeiro.

La idea de que incursionara en el boxeo, en un principio, no le fue de total agrado para sus padres Stevens Piñeiro  y Jacqueline  Aquino. Sin embargo,  eso fue por muy poco  tiempo.  Los avances  de su hija  dentro del ring  y la emoción que ella transmite al hablar de su nueva faceta deportiva eran los mayores indicios de que estaba haciendo lo correcto.  

“Lo primero que ellos me dijeron fue ‘no’ porque ellos no  visualizaban a su hija cogiendo golpes. Para ellos fue difícil. Me decían: ‘tu estás en el baloncesto, quédate  ahí y sigue estudiando’. Pero, como yo soy media masoquista y  me gustaba, pues todo cambió. Ahora me apoyan  100 por ciento”,  relató Piñeiro, de 26 años, y actual integrante de las Atenienses de Manatí.  

El paso de entrenar a pelear en carteleras 

A medida que avanzaba en su nuevo deporte,   el entrenador de Piñeiro dejaba que las ansias  de probarse la hicieran dar el paso definitivo para  participar en un competencia.

 “Aquí viene mucho muchacho que dicen que quieren entrenar y no pelear. Pero  luego te piden pelear porque la adrenalina y las ansias te las va pidiendo el cuerpo para probar cómo te va”, recordó Cuadrado.

    Y así sucedió. Luego de dos años, Piñeiro dio  por concluida  su  transición para abrirse paso a la competición.   

  “No se me hizo difícil la transición. Se me hizo fácil aprender porque Cheo me enseña muy bien. Ya soy campeona”, dijo Piñeiro con una    sonrisa.

  La delantero de las Atenienses   se convirtió hace poco más de un mes en  campeona aficionada de Golden Gloves, al dominar el peso de las 141 libras en la categoría novicio del Women’s National Golden Golves Tournament Of Champions en Fort Lauderdale, Florida.

“Es un orgullo  el sentir que  estás representando a Puerto Rico”,  sostuvo Piñeiro, quien recuerda el apoyo que sintió del público   durante su pelea ante  Nicole Méndez. Incluso,   subió  al cuadrilátero con   la bandera de Puerto Rico en su pañuelo.

La emoción de ese momento todavía le trae una sonrisa a  Cuadrado. 

 “Cuando la vi con la faja, me dio algo por dentro. Me dieron ganas de llorar porque yo la quiero como si fuera mi hija. Vi la emoción  y la alegría en su rostro y se me aguaron los ojos. Estaba contento porque ella se fijo la meta, llegó a ella y lo logró”,  confesó Cuadrado,  antes de que se le volvieran  a aguar los  ojos.    

Pasión por deportes de contacto 

 Piñeiro aseguró que siempre se ha sentido atraída por los deportes de contacto, considerados  por muchos como no apropiados para el género femenino. 

  “Siempre he querido demostrar que la mujer puede hacer mucho más que un hombre. Me motiva  que me digan: ‘hey, este no es un deporte para tí’. No, yo te voy a demostrar que este es un deporte para  las mujeres también, y que podemos hacerlo mejor que muchos hombres. Nosotras podemos hacer cualquier cosa si nos lo proponemos”,  aseguró  Piñeiro.   

No dejará uno  por el otro

Contrario a lo que muchos podrían pensar, Piñeiro no dejará de practicar boxeo  cuando inicie la temporada del BSNF a mediados de agosto. 

 Por el contrario,  lo que hará es bajar un poco la intensidad  de los entrenamientos de  boxeo y  acostumbrar el cuerpo a la carga fuerte de trabajo que recibirá  a partir del próximo 12 de agosto.

“Practicar a alta intensidad ambos deportes al mismo tiempo es un poco difícil. No es imposible porque todo se puede lograr, pero cuando hay juego un día si y un día no con un horario estricto de prácticas pues uno debe tomarlo (el boxeo) con más calma”, culminó.