Beverly Ramos ha practicado en la nueva ruta del World’s Best 10K de final a principio, y viceversa.

Ayer, en un entrenamiento en la pista del Parque Central, habló sobre la experiencia que vivió en el nuevo trayecto de la prueba.

El nuevo escenario, de hecho, es el segundo que se traza para la prueba en los últimos dos meses, ambos en reemplazo a la tradicional sobre el Puente Teodoro Moscoso.

Ramos bromeó, aunque un poco en serio, que la primera vez que probó el nuevo circuito lo hizo equivocadamente, desde la meta hacia la salida. Pero quedó contenta.

“Noté que era muy difícil porque terminaba subiendo. Me agrada que sea lo opuesto”, dijo Ramos sobre lo que confirmó después.

La segunda vez lo corrió en la dirección correcta, y dijo que muchos joggers se identificarán con la ruta porque se parece a la de otras pruebas, como la de las 16 millas de Sabrina.

“Es una ruta muy bonita. Sé que otras carreras usan pedazos de esa ruta. Muchas personas van a estar familiarizadas. Es una ruta bien agradable. Bien fácil de ver”, describió.

“En el parque Luis Muñoz Rivera vas a poder ver la llegada, como vas a poder ver también el kilómetro 3 y 4. Es fácil de ver, bonita y fácil de llegar”, agregó, al referir al final el asunto del acceso al lugar.

La nueva salida de la carrera está cerca de la playa El Escambrón en dirección a El Morro por el lado Norte de El Capitolio. Desde el Viejo San Juan regresa hacia el Este por la avenida Fernández Juncos y la Baldorioty. Y atravesando El Condado regresa a El Escambrón para la llegada.

Además de que será una nueva experiencia personal, Ramos dijo que también será una prueba física que le dejará conocer cuán recuperada está de la primera lesión limitante que ha sufrido desde que incursionó en los 42 kilómetros hace dos años.

Ramos se lastimó un hamstring en enero, en ocasión del Medio Maratón de Houston, el cual no pudo completar debido al desgarre.

Ayer, a dos semanas del WB10K, Ramos no pudo decir que está al 100 por ciento luego de la lesión. Menos aún pudo dar garantías de ganar.

Pero sí dijo que está contenta de estar sobre las zapatilllas otra vez con la meta de mejorar durante el año sus tiempos en los 21 y 42 kilómetros.

“Me siento contenta. El correr complementa mi salud emocional. A mí me encanta correr. No me gustan las lesiones. Me pongo triste. El hecho de que pueda correr para mí es emoción, es salud”, dijo la corredora que posee la marca nacional para el WB10K en la vieja ruta (33:19 minutos). “Estamos enfocados al 100 por ciento en que esté saludable, que Berverly llegue a la salida al 100 por ciento. Por lo general tratamos de nunca llegar a una carrera lastimados. Ese no es plan ideal”.