Veracruz – Tan pronto Aury Cruz salió al escenario del estadio "Pirata" Fuente, la atención de la región se centró sobre esa bandera monoestrellada y la enorme delegación de Puerto Rico. 

Nuestros atletas se gozaron el momento, bailaron, saludaron al público, y se encargaron de grabar esa estampa para el resto de sus vidas.

Los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe fueron inaugurados anoche con una vistosa y memorable ceremonia de apertura, una que contó con un escenario y un espectáculo poco antes vistos en este tipo de evento regional. Si Veracruz corre sus competencias deportivas de la manera que presentó el espectáculo de anoche, sin dudas estos serán unos Juegos memorables.

Relacionadas

La delegación de Puerto Rico fue una de los 31 países que marcharon sobre el terreno del estadio, que se preparó completamente para la ceremonia. Los boricuas, con Aury al mando, recibieron un sonoro aplauso por parte de las más de 23,000 personas que asistieron al estadio. Puerto Rico marchó con más de 250 personas –entre atletas, entrenadores y delegados- y fue una de las delegaciones más numerosas en el desfile. En el medio del grupo, otro grupo de atletas cargaban una bandera enorme bandera puertorriqueña que sacudían y enseñaban al público. Si de emociones se trata, los boricuas fueron de los más que se divirtieron mientras hicieron el recorrido alrededor del escenario.

Claro, el aplauso más grande fue para México, que marchó último, y desató una ola de fuegos artificiales que puso de pie a todos sus compatriotas en las gradas. Otro momento especial fue el desfile de Cuba, potencia de la región, y que regresa a los Juegos tras ausentarse en Mayagüez 2010.

La presentación artística fue, considerando el historial de ceremonias en estos Juegos, sencillamente espectacular. El "show" que montó Veracruz tiene poco que envidiarle, o nada, a lo que presentó Guadalajara en los Panamericanos del 2011.

La temática fue para resaltar la cultura de la ciudad y toda la región de Veracruz. El saludo fue dado por un abuelo totonaca, cuyo término se refiere a un pueblo indígena mesoamericano que habita en esta región. Veracruz se quiere presentar como la puerta de las Américas por su situación portuaria, y así lo evidenció con sus números musicales.

Uno de los momentos cumbres de la noche sucedió cuando docenas de bailarines se apoderaron del escenario -en forma de una enorme pirámide- para bailar al ritmo de "La Bamba", canción veracruzana, y que levantó de los asientos a todos los presentes, que bailaron mientras el cielo era iluminado por fuegos artificiales.

Al cierre de esta edición, aún faltaba la presentación del astro puertorriqueño Ricky Martin, quien daría el concierto para cerrar el espectáculo.