Río de Janeiro.  El rostro del ‘Team USA’.

Ese fue un tema ampliamente discutido con Anthony  la noche del miércoles, luego que marcara 31 puntos -14 de ellos en el segmento final- para guiar a Estados Unidos a una victoria por 98-88 sobre un aguerrido Australia. 

Sin su actuación, Estados Unidos pudo haber revivido un golpe similar al que le propinó Puerto Rico en Atenas 2004. 

Pero Anthony no lo permitió. Coló cuatro triples en el segmento final en ruta a ponerle un punto de exclamación al partido, en el que ya había hecho historia al convertirse en el máximo anotador del equipo estadounidense en  Juegos Olímpicos.

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Terminó  la noche con 293 tantos en su carrera luego de sobrepasar en el mismo partido a LeBron James y David Robinson, quienes registraron 273 y 270 en el uniforme estadounidense. 

El entrenador, Mike Krzyzewski lo catalogó como uno de los grandes del básquet estadounidense, al anunciar en conferencia de prensa el logro histórico alcanzado por el hijo de Carmelo Iriarte, de Ponce, y quien falleció víctima del cáncer cuando Anthony solo tenía dos años de vida.

“Hemos tenido a grandes, grandes jugadores en nuestra historia. Así que es bastante difícil establecer un récord de esta forma. Es el premio al compromiso que tiene Carmelo con este equipo”, destacó Krzyzewski.

En la historia del seleccionado han estado Michael Jordan y Bill Russell, por solo mencionar a algunos jugadores. También James, quien estuvo activo con el equipo en las tres Olimpiadas previas y se ausentó en Río. 

Pero la prensa  lo mira  a él como la cabeza del programa. Hasta mencionaban que su carrera con la selección le garantizará un lugar en el Salón de la Fama del baloncesto,  aun cuando no  gane un título en la NBA.

Para Anthony,  la distinción es especial.

“Amo jugar para este equipo en las Olimpiadas. Me disfruto cada Olimpiada de manera particular”, expresó Anthony.

Y cuando se le preguntó por qué es tan exitoso en la selección, consultado si es que el estilo de baloncesto de FIBA le favorece en comparación al de la NBA, Anthony explicó que la diferencia está en la solidez del equipo que le acompaña.

“A mí me gusta ajustarme a mis situaciones. Y esta que vivo en el Team USA no me exige que me tenga que echar el equipo en la espalda o tener la bola en mis manos para correr toda alternativa de jugadas como me sucede en la NBA. Aquí puedo buscar mi espacio, tomar mi tiempo y elegir mis oportunidades”.