El ansia por acomodarse entre las más grandes de la historia del tenis femenino estimula las expectativas de la estadounidense Serena Williams, primera del mundo, que pretende en el Abierto de Australia sumar su vigésimo segundo torneo grande y alcanzar así la cosecha legendaria de la alemana Steffi Graff.

Serena, que aspira a su séptimo trofeo en el Melburne Park (2003, 2005, 2007, 2009, 2010, 2015), igualaría a la germana y se quedaría a solo dos (24), de la australiana Margaret Court, la jugadora con más triunfos de Grand Slam en la 'era open'.

Pocas jugadoras pueden ensombrecer la dictadura que en los últimos tiempos ha establecido la menor de las Williams. Solo un mal día o los males físicos que amenazan sus maltrechas rodillas pueden distraer a Serena de su objetivo. Pero otra cosa que no sea un éxito suyo sería inesperado.

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Sin embargo, su puesta en escena en Melburne es una incógnita. Serena, que comenzará ante la italiana Camila Giorgi, no se ha dejado ver por el circuito. Los tres últimos meses del pasado año los dejó en blanco. Su estado de forma en el Abierto de Australia está aún por ver.

Serena Williams, de 34 años, ya tenía todo hecho cuando decidió parar. Cerró el 2015 con solo cinco derrotas.

En ascenso

La española Garbiñe Muguruza, junto a la bielorrusa Victoria Azarenka, en pleno ascenso, son algunas de las aspirantes a ensombrecer el reto de Serena.

Garbiñe situada en el tercer puesto de la clasificación mundial, confía en que el 2016 sea el año de su consolidación entre las mejores. El 2015, con la final de Wimbledon, fue el de su irrupción. La tenista española pretende mejorar su estabilidad en los torneos. Ganar en regularidad. El cuadro del sorteo, en principio, no le es adverso. Comenzará en Melburne contra la estonia Anett Kontaveit.

Su compatriota Carla Suárez, otra de las esperanzas españolas, tiene entre ceja y ceja establecerse entre las diez primeras del ránking WTA. Irrumpirá contra una jugadora de la fase previa.

Azarenka asoma como la principal adversaria de Serena. Otrora número uno del mundo, llega a Australia con el triunfo en Brisbane. Superadas las lesiones que le tuvieron al margen de la pelea durante dos años, la bielorrusa, ganadora en el 2012 y 2013, se toparía con Garbiñe en octavos.

Maria Sharapova, ganadora en el 2008 y finalista en el 2012 y en el pasado año, será también tenida en cuenta. Su ubicación en el cuadro impedirá la reedición de la final del 2015. Se encontraría con Serena en cuartos y no en la final.

El ránking actual contempla otras posibles animadoras en el primer Grand Slam del curso. La rumana Simona Halep, segunda, la polaca Agnieszka Radwanska o la checa Petra Kvitova.