Pocas cosas cambian tanto la vida de una persona como la llegada de una criatura. Dependiendo de las circunstancias, puede ser un acontecimiento feliz o uno aciago.

En el caso de los deportistas Tommy Ramos y Vilmarie Mojica, la llegada hace dos meses de su primogénita, Valeria Victoria, ha transformado sus vidas de una manera feliz. No es que haya cambiado lo que sienten uno por el otro. En ese aspecto, señalan que el amor y el respeto que se tenían desde antes de ser tres, siguen igual. Sin embargo, las prioridades de la pareja ya son otras.

“No creo que nuestra relación haya cambiado”, explica Tommy sentado en la sala del apartamento que comparte con Vilmarie en Bayamón. Ya es mas de las tres de la tarde, y Valeria Victoria esta despierta. Cuando escucha las voces de sus padres, los busca con la mirada. Ellos –simplemente– se derriten.

“Me cambió la vida, el estilo de vida, me cambio el ritmo, las prioridades. Pero lo que tengo con Vilmarie es lo mismo. En la casa nos seguimos respetando igual, amando igual. El tiempo que teníamos para salir y –tal vez– socializar un poquito, ha disminuido. Pero en cuestión de pareja y la calidad de relación que tenemos, es la misma”, añade el exgimnasta que representó a Puerto Rico en las Olimpiadas de Londres 2012 donde quedó en la sexta posición en la final de anillas.

La voleibolista, que también vistió los colores del país para ir a unas Olimpiadas, en este caso los Juegos Olímpicos de Río 2016, coincide con su esposo. 

“Pienso igual, pero pienso que se ha mantenido porque antes de la llegada de Valeria Victoria ya éramos una relación estable y fortalecida y con la llegada de ella completamos lo que teníamos, que era una familia. Como dice Tommy, estamos adaptándonos al rol de padres, que es algo nuevo para los dos. De verdad que es bien bonito”.

 Adquieren más madurez

La pareja, que se conoció en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, pero que comenzó a compartir después de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, reconoce que la llegada de su chiquita el pasado 30 de noviembre, cuando todavía estaban bastante crudos los recuerdos y los efectos del paso del huracán María, los ha hecho crecer como seres humanos.

“Me siento más mayor”, dice Tommy, arrancando las risas de los presentes. “Siento que tengo responsabilidades de mucho peso. Siento que ya la relación de pareja se extiende más hacia un hijo. La composición familiar no es Vilmarie y yo nada más. Sino que ahora es ella, Valeria Victoria y yo. Uno siente que madura”, filosofa el que fuera uno de los integrantes de los Golden Boys de la gimnasia puertorriqueña.

Mientras, la excapitana del equipo nacional femenino de voleibol expone que antes ella planificaba su vida alrededor de sus gustos y actividades. Eso cambió en cuanto dio a luz.

“Es otra etapa. Yo estaba metida en canchas. Cuando iba al mall, iba a ver cosas para mí, y ahora tenemos a una princesita que es nuestra prioridad, sin quitarnos la importancia que nos damos como pareja. Es una bendición. Antes de la llegada de ella no podía explicar cómo sería nuestras vidas, hasta que ella llegó a cambiarlas”, observa la espigada jugadora que se retiró de los escenarios internacionales luego de Río 2016.

“Las horas de acostarse, de levantarse, lo que se come. Porque Vilmarie está lactando al 100 por ciento, y tenemos que estar pendiente a lo que come porque eso le pasa a la nena”, agrega Tommy.

Una mezcla perfecta

Cuando se les pregunta a quién se parece Valeria Victoria, el joven que ahora diseña jardines para una compañía no pierde tiempo en decir que a él. Vilmarie asiente, pero matiza que tiene “cositas” de ella.

“Es una mezcla. Es la mezcla perfecta entre los dos”, expone Tommy para salvar las diferencias.

“Pero tiene más de Tommy que de mamá”, acepta la atleta de 32 años.

Salvada esta amigable porfía, la pareja pasa a enumerar sus cualidades. Entre ellas, destacan que es muy dulce y que duerme toda la noche. En este detalle, Vilmarie acota que ese rasgo es de ella pues es “bien dormilona”. Ahora que pasa más tiempo despierta, gozan al verla sonreír.

Siendo hija de dos excelentes deportistas, es de imaginar que querrán que Valeria Victoria practique deportes cuando este más grande. En ese sentido, ambos planifican apuntarla en varios.

“La llevaremos a practicar deportes. Si le gusta o no, yo no sé. Pero ella va a hacer gimnasia y voleibol y baloncesto y natación…”, expresa con entusiasmo Tommy. “Si le gusta el boxeo, hablaremos con Kiria (la boxeadora Kiria Tapia) y con Chicky (José ‘Chicky’ Laureano, presidente de la Federación Puertorriqueña de Boxeo Aficionado”, agrega.

“Esperemos que le gusten los deportes, porque no la podemos obligar. Pero sangre tiene”, declara Vilmarie ya a punto de irnos.

¿Y cómo celebrarán San Valentín?, les preguntamos al final.

“Aquí”, suelta inmediatamente Tommy. “Haremos un churrasquito o un sushi. Estaremos en familia, y más ahora con el virus de la influenza. No queremos exponerla. Pero va ser un día especial porque estaremos juntos”, puntualiza el exatleta mientras mira a sus chicas con ternura.