El peleador de ascendencia boricua-mexicana y campeón ligero de UFC Anthony Pettis demostró una vez más porqué su apodo de “Showtime” le queda como anillo al dedo.

Tras aguantar los embates al cuerpo por parte de Gilbert Meléndez y sus intentos de derribe por los primeros seis minutos de pelea, Pettis sacó un puño de la nada que conectó en el rostro del azteca, lo llevó al piso y aprovechó que estaba aturdido para aplicarle una estrangulación de guillotina en menos de lo que canta un gallo para conseguir el tapeo de la victoria en el evento coestelar de UFC181 en el hotel Mandalay Bay de Las Vegas.

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Pettis, que venía de un receso forzado de 462 días tras sufrir una lesión de rodilla luego de arrebatarle el campeonato a Ben Henderson en agosto de 2013, tuvo que lidiar con un Meléndez que vino enfocado en la pelea cuerpo a cuerpo, en agarrarse hasta más no poder y en tratar de llevar la pelea al piso.

De hecho, Meléndez se llevó el primer asalto con esa estrategia mientras trataba de frustrar a Pettis y gastarlo. Pero Pettis se paraba una y otra vez y se zafaba de los agarres para conectar puños y patadas ocasionales que hacían retroceder a Meléndez.

Para el segundo asalto, Meléndez volvió a sus fueros, pero Pettis encontró esta vez su blanco con un poco más de frecuencia, incluyendo el puño clave que llevó a Meléndez al suelo y fue el inicio de su fin.

“Se siente súper bien defender mi campeonato por primera vez. Fue un año duro para mí estar fuera de acción. Pero demostré que por algo soy el campéon”, dijo Pettis, quien hizo su caminata al Octágono con las banderas de Puerto Rico y México.

“Gilbert es un tipo duro que vino con un buen plan de pelea. Pero pude demostrar que he mejorado mucho mi defensa contra los derribos y pude hacer lo mío. Tengo una gran pasión por este deporte, apenas tengo 27 años y pienso estar aquí por mucho tiempo”.

Con su triunfo Pettis no solo mejora su foja a 18-2 con nueve nocauts y seis rendiciones, sino que se convierte también en el primer peleador en la historia en finalizar a Meléndez (22-4) en 26 peleas.

“Anthony me hizo sentir viejo. Estoy decepcionado por cómo caí en esa guillotina. El es parte de esta nueva cepa de peleadores que viene subiendo. Es veloz y escurridizo. Tenía un buen plan de pelea contra él pero no salió”, dijo Meléndez, que compartió con Pettis como los coaches del programa The Ultimate Fighter 20.

“Honestamente hubiese preferido que me hubiese noqueado en vez de haberme sometido. Pero hay que darle crédito. Tiro muy bien sus golpes a corta distancia y yo me abrí mucho para tirar los míos. Eso me costó y aquí cualquier error se paga”.