Imagínese estar en su auto saliendo de su urbanización bajo un aguacero torrencial y que de momento  escuche a alguien pidiendo ayuda con desesperación. ¿Qué haría?

Ese fue el escenario que presenció el jueves en la mañana el campeón peso mediano de UFC Chris Weidman en Long Island, Nueva York, cuando se disponía a salir a recoger a su compañero de entrenamiento Stephen Thompson en el aeropuerto La Guardia.

Según Weidman, a éste le pareció escuchar un ruido raro cerca de su auto, pero que debido a la fuerte lluvia apenas podía entender lo que se decía.

“Me parecía escuchar este ruido extraño repetidamente y comencé a buscar de dónde provenía. De repente veo a una señora en la acera con un teléfono en medio de aquel aguacero torrencial. Pero apenas podía escuchar por lo duro que estaba lloviendo”, relató Weidman a UFC.com.

Por un instante, Weidman ignoró el asunto pues le pareció que la persona simplemente estaba gritándole a alguien en el teléfono, pero se dio cuenta que la persona no lucía furiosa, sino asustada.

“Me dio esa sensación intuitiva que lo que gritaba era ‘ayúdenme, ayúdenme’ y me bajé del auto”, dijo Weidman.

Al acercarse a la persona, Weidman se dio cuenta que era una anciana que sangraba profusamente por la cabeza y se dio a la tarea de ayudarla de inmediato.

“Estaba bañada en sangre. Era una escena de pesadilla. Demasiada sangre salía de su cabeza”, relató Weidman.

De inmediato, Weidman sacó a la anciana de la lluvia y la llevó al garaje de la casa para atenderla y llamar al 911. Resulta que la señora de 92 años de edad se había caído de espaldas mientras alimentaba a su perro y se pegó en la cabeza con una mesa de cristal en su hogar.

Lamentablemente, las llamadas de Weidman al servicio de 911 no rindieron frutos pues en ambas ocasiones daba ocupado. No obstante, Weidman puso en uso sus conexiones personales y eso sí funcionó.

“Tengo un amigo policía que labora en el precinto y lo llamé rápidamente. Le dije ‘tienes que llegar aquí ahora’”, recordó Weidman, mientras trataba de controlar el sangrado de la anciana con papel toalla.

“Estuve tratando de calmarla, hablándole de su perro para cambiar el tema, pero ella seguía hablando de que se conformaba con vivir un año más. Yo le decía que iba a estar bien, que no se moriría ese día. Y mientras esto pasaba ella seguía sangrando bastante. Hasta mi ropa se llenó de sangre. Por un momento imaginé como si fuera mi abuela. Cogí suficiente papel toalla para tratar de contener su sangrado”.

Cerca de 20 minutos más tarde, finalmente llegó una ambulancia con paramédicos para tratar su herida y llevar a la señora al hospital. Usualmente, la anciana está acompañada de su hija, pero esa mañana en específico había asistido a una cita con el dentista. Weidman luego le notificó lo sucedido.

“Solo tuve suerte de haber estado allí en el momento adecuado”, dijo el campeón de 30 años de edad, quien está invicto en UFC con marca de 12-0 y quien defenderá su corona de las 185 libras a inicios del 2015 ante el brasileño Vitor Belfort.

Pero Weidman, que estuvo acompañado en el incidente por su esposa Marivi – que es de ascendencia puertorriqueña -, no es ajeno a ayudar al prójimo de forma desprendida.

Tan reciente como el pasado mes de abril, Weidman vio un reportaje de un niño de seis años de edad que nació sin ambas piernas llamado Isaiah Hill y le ayudó a recaudar $14,000 para que pudiera asistir al campeonato estatal de lucha olímpica.

Además, luego que el Huracán Sandy azotara a Nueva York en el 2012, Weidman entró voluntariamente al programa Staten Strong para ayudar a varias personas a reconstruir sus hogares.