Filadelfia (AP). Eddie Álvarez se llevó una gran sorpresa al ver localidades famosas de su vecindario, Kensington, en la película de Sylvester Stallone, Creed.

Cuando el boxeador ficticio Adonis Creed entrena en el gimnasio Front Street, es el mismo gimnasio en el que Álvarez dio sus primeros pasos en los deportes de combate con apenas ocho años. Uno de sus ayudantes, Ricardo McGill, apareció en el filme como invitado especial. Las barras y las calles de su vecindario despertaron las emociones de uno de los mejores prospectos de la división ligera de Ultimate Fighting Championship (UFC).

“Con tan solo ver en dónde me crie, las calles, eso fue, para mí, lo más especial de la película”, resaltó el peleador.

Álvarez (26-4) desea regalarle a su público en Filadelfia una verdadera razón para celebrar cuando se enfrente este domingo al peleador de ascendencia boricua, Anthony Pettis (18-3), en la cartelera UFC Fight Night 81 en Boston.

Ambos atletas tienen mucho que probar en el combate semiestelar de una cartelera repleta de acción. Pettis, quien se afianzó en UFC luego de dar el salto del World Extreme Cagefighting (WEC), participará en su primera reyerta desde que perdió el cetro ligero ante Rafael dos Anjos en UFC 185. Álvarez, por su parte, perdió su primera pelea en UFC contra Donald Cerrone luego de romper sus vínculos de negocios con la empresa Bellator y participará en apenas su tercer combate en los últimos tres años.

“Siento que me ha tomado un poco de tiempo sentirme cómodo y disfrutar de un combate de UFC. He almacenado muchísima ansiedad y odio pelear de esa manera. Los terceros asaltos siempre son de los mejores para mí, así que pienso que mi tercera pelea será la mejor de mi carrera”, añadió Álvarez.

Álvarez tiene la mirilla puesta en obtener una oportunidad titular, con o sin que Conor McGregor se interponga en su camino, y un triunfo sobre Pettis lo ayudaría a solidificar su posición como un posible contendor para una reyerta en el sistema de pague por ver.

“La única manera en la que puedo perder es si cometo errores fundamentales, pequeños. Pero no veo la manera en que eso pueda suceder”, señaló el peleador.

El atleta de 31 años mudó su campamento de entrenamiento de Florida a Filadelfia en enero de 2015. Por ende, Álvarez boxea en Kensington, mientras que sus rutinas de acondicionamiento físico y de fuerza las realiza en Nueva Jersey. Aunque ahora tiene que viajar más que cuando entrenaba en Florida, Álvarez quería estar cerca de su casa para ayudar a su esposa y para estar con sus cuatro hijos.

Con su familia en las gradas, Álvarez dijo que le encantaría pelear en un combate de campeonato y estelarizar una cartelera de UFC en Filadelfia, ciudad que no ha albergado una cartelera de la empresa desde la edición 133 de UFC en agosto de 2011.

Por su parte Álvarez dijo que la verdadera celebración podría llegar con una victoria contundente sobre Pettis.

“No se trata de si le gano a Pettis, sino de la manera en que le gane, lo que determinará si recibo una oportunidad titular o no. Tengo que derrotarlo de una manera que me garantice un combate de campeonato. Cuando llegue el domingo, la victoria tiene que ser furiosa”, enfatizó Álvarez.