“En cada pelea, cada una de mis rivales dice que va a ser la persona que por fin me gane. Voy a seguir decepcionándolas”.

Con esa cita la invicta campeona femenina de las 135 libras, “Rowdy” Ronda Rousey, cierra lo que es una memorable promoción que salió el lunes sobre su próxima defensa titular ante la también invicta brasileña Bethe Correia el próximo 1ro de agosto en Río de Janeiro, Brasil.

Y es que más que ninguna de las otras peleadoras que ya Rousey ha callado, ninguna la motiva más que Correia, quien ha sido la más vocal de todas sus rivales previo a un duelo. 

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De hecho, Correia ha ido tan lejos que hasta dijo que teme que Rousey se meta en drogas por depresión o hasta se suicide luego que pierda su próxima pelea. Esto haciendo alusión a que Rousey una vez confesó entrar en drogas y severa depresión para 2008 cuando falló en ganar la medalla de oro en judo en las Olimpiadas de Pekín y se tuvo que conformar con el bronce o cuando su padre se suicidó posterior a un accidente que lo dejó paralítico. 

A esas palabras, Rousey rispostó diciendo recientemente que “Correia va a coger una paliza. Y la mejor manera de humillarla es haciéndolo frente a su propia gente. Me voy a disfrutar como nunca el pegarle a alguien como lo voy a hacer con ella”.

Correia debería tomar esa amenaza como algo serio pues las rivales previas de Rousey han hablado mucho menos que ellas y todas han salido trasquiladas.

Para su debut en UFC en febrero de 2013 tras ser la campeona peso gallo en la desaparecida empresa Strikeforce, Rousey venció por rendición en el primer asalto a Liz Carmouche vía palanca de brazo luego que ésta dijese “Ahora mismo Ronda es la que tiene la faja, que tiene todo a su favor, la que tiene la fama. Yo sé quién seré la que se lo arrebate”.

Luego le tocó el turno a Miesha Tate en diciembre de 2013, quien dijo que Rousey “es demasiado arrogante y delirante. Tate terminó tapeando a una palanca de brazo en el tercer asalto de aquella pelea con bastante rapidez pues quería evitar que Rousey le partiera el brazo, como lo había hecho durante el primer duelo entre ambas en Strikeforce.

La próxima víctima en febrero de 2014 lo fue la medallista de plata olímpico en lucha y previamente invicta Sara McMann, que apenas le duró 1:06 a Rousey pues la campeona la noqueó con un rodillazo al hígado. Esto tras McMann haber dicho: “No voy a parar desde el primer campanazo hasta el último campanazo sin salir de ahí con la correa en mis manos”.

Y peor le fue a Alexis Davis en julio de 2014 que fue noqueada en solo 16 segundos por Rousey luego de expresar “No estoy preocupada. Sé que ganaré esta pelea y luego estarán hablando de mí”.

Quizás la persona con mayor oportunidad de destronar a Rousey – según los expertos – era la también invicta Cat Zingano, pero ésta solo duró un tiempo récord de 14 segundos antes de rendirse a una palanca de brazo.

Poco después de dicha pelea y por la forma dominante que ha ganado sus pasados tres combates, Rousey fue nombrada como “La Atleta Más Dominante del Mundo”, según la revista Sports Illustrated.

¿Podrá Correia ser la que finalmente la derrote?  Sucio difícil.