Tal parece que el controversial ex peleador y ahora comentarista, Chael Sonnen, tenía razón cuando predijo el pasado 31 de marzo que el combate estelar del cartel de UFC187 entre campeón semipesado Jon “Bones” Jones  y su primer retador, Anthony “Rumble” Johnson, se cancelaría antes del próximo 23 de mayo. 

Quizás Sonnen sabía algo que era un secreto a voces: que la adicción a drogas antisociales por la cual Jones fue multado el pasado mes de enero por $25,000  no ha sido controlada como UFC pretendía y que la ‘palmadita’ que le dieron en la mano cuando dio positivo a cocaína durante una prueba fuera de pelea no fue suficiente para desalentar dicha práctica.

Resulta que Jones tuvo un accidente automovilístico el domingo en Albuquerque, Nuevo México tras aparentemente rebasar una luz roja y luego darse a la fuga. 

Según reportes policiacos, Jones chocó su auto rentado Buick SUV contra un auto en el que viajaba una mujer embarazada y que sufrió una fractura en un brazo. Jones también embistió levemente a un tercer auto en dicha colisión. Afortunadamente, los involucrados no sufrieron daños mayores.

No obstante, Jones irresponsablemente se dio a la fuga a pie, abandonado el auto tras el choque. Para sorpresa de los testigos, Jones luego regresó brevemente para buscar un sobre con dinero que se le había quedado y volvió a desaparecer corriendo del área inmediatamente.

Al arribar la policía a la escena, el informe indica que se encontró dentro del auto documentos que identificaban a Jones, así como residuos de marihuana y una pipa de marihuana.

El lunes la policía de Albuquerque diligenció una orden de arresto en su contra y Jones, posteriormente, negoció su entrega para interrogatorio.

Jones, de 6’4” de estatura y que ha reinado en UFC en las 205 libras desde el 2011, se disponía a defender su corona por novena ocasión el 23 de mayo ante Johnson en UFC187, pero este incidente pone en jaque esa posibilidad.

Más aún, sus acciones podrían costarle tiempo en cárcel, amén de ser un ojo morado para UFC pues era él la figura más emblemática de la empresa y el peleador número uno en el ranking libra por libra del mundo tras amasar marca de 21-1 y casi limpiar su división de contendientes.

No se descarta que al peleador de 27 años de edad le sea arrebatado su campeonato y que Johnson pelee por el mismo ante otro oponente en UFC187 o en otra cartelera posterior. 

Para UFC ése sería el paso lógico a seguir, además de una multa y una suspensión a Jones, irrespectivamente del tiempo que pueda pasar o no en cárcel. Esto sin incluir un proceso mandatorio de rehabilitación a drogas antes de poder solicitar licencia para poder pelear nuevamente.