¿Qué posibilidades reales tiene un individuo de salir airoso en una pelea de debut en UFC sin haber tenido experiencia previa alguna peleando en artes marciales mixtas, sin ser un atleta elite, y que intenta cumplir su sueño empezándolo con 37 años de edad en las costillas?

Casi imposible, ¿verdad?

Eso explica por qué el ex luchador profesional de la WWE, Phil ‘CM Punk’ Brooks, esta enormemente desfavorecido en las apuestas (22 a 5 o $440 de ganancia por cada $100 apostados a favor de CM Punk) de cara a su desafío ante el prospecto Mickey Gall en las 170 libras el sábado en la noche como parte del cartel de UFC 203 en Cleveland.

De hecho, son muchos los fanáticos puristas del MMA y varios peleadores de UFC que desean y vaticinan que CM Punk será vapuleado y humillado por osar entrar al octágono de UFC sin haber ‘pagado sus deudas’ en los territorios regionales del MMA, y tras conseguir un contrato con UFC en bandeja de plata – contrario a muchos que por años tienen que fajarse para llegar a ahí.

Y esto, para colmo, dando el salto desde una empresa donde él era la estrella pero donde los resultados de un combate son previamente delineados (WWE), y con la pretensión de tener igual nivel de éxito en un deporte legítimo (MMA) donde no se sabe qué sucederá una vez la jaula se cierra.

Es lo que hace la historia de CM Punk tan fascinante, similar a la de un ‘Rocky’ en la vida real: un menospreciado sin posibilidades genuinas y que, según muchos, lo que le espera es una paliza por atrevido. Pero él está convencido que con entrenamiento duro de MMA por los pasados 20 meses – con algunas pausas debido a una operación de un hombro y otra de un disco herniado en la espalda – podrá romper esquemas y lograr lo que la mayoría considera improbable.

“Sé que hay gente que dirá que nunca he sido un verdadero atleta profesional. Dirán que soy torpe, con poca coordinación, que estoy viejo, que estoy sobrepeso, que soy vago, que no sirvo, que soy un atleta de embuste y que no voy a poder lograrlo aquí”, comentó CM Punk  durante la conferencia de prensa de UFC 203 previo a su debut en la compañía a sus 37 años de edad.

“Pero si crees en ese tipo de aseveraciones nunca podrás lograr nada. Para mi intentar esto me hace feliz. Es un sueño. Espero inspirar a alguien. Ese es el propósito de esto”.

De WWE a UFC 

Antes de llegar a un acuerdo con UFC en otoño del 2014, CM Punk había sido una de las caras principales de la WWE, siendo el campeón de la empresa en cinco ocasiones desde el 2008 hasta inicios del 2014. Lo más cercano a MMA es su vida habían sido algunas clases de jiu-jitsu de forma esporádica con Rener Gracie.

Pero en enero del 2014 decidió retirarse repentinamente luego de participar en el ‘Royal Rumble’, hastiado del itinerario matador, aquejado de diversas lesiones, con disputas financieras con la gerencia y deseoso de pasar más tiempo con su esposa, la también retirada luchadora de sangre boricua April Méndez (A.J. Lee).

Así que, cuando la terminación de su contrato con WWE se oficializó en verano del 2014, se abrió la puerta para intentar algo que siempre había soñado: pelear en UFC. Y con UFC en medio de su peor año financiero en mucho tiempo en el 2014, firmar a una figura con la notoriedad de CM Punk a pesar de su inexperiencia en el deporte de MMA era un ‘donqueo’ en términos de generar interés del público y ventas de pague-por-ver en un futuro.

Claro, CM Punk no se metió en esto para hacer el ridículo y solo colectar un cheque. Ya él es millonario y coger golpes legítimos dentro de una jaula no es una necesidad. Así que decidió integrarse a uno de los mejores clubes de entrenamiento de MMA con Roufusport en Milwaukee, la casa del ex campeón peso ligero Anthony Pettis (de sangre boricua) y del monarca welter Tyron Woodley, y cuyo entrenador principal es el ex campeón mundial de kickboxing Duke Roufus, para así aprender lo básico que necesitaría para meterse en una jaula.

“Llevo entrenando por meses con tipos como Anthony Pettis, Eric Koch, Gerald ‘Machine’ Meerschaert, Mike Rhodes. Tipos que son mil veces mejor que yo y que me han ayudado a afinar mis destrezas. Así que estoy listo para Mickey. Yo admito que no he peleado con nadie. Pero si tu miras su récord, él tampoco. Su deber es creer en él mismo y el mío es creer en mí. Solo espero que él haya estado entrenando, al menos, la mitad de lo duro que yo lo he hecho”, dijo CM Punk (0-0), que mide 6’2” de estatura y ha tenido que bajar de 218 libras hasta 170 para su combate de esta noche ante su rival de 24 años.

Gall, por su parte, tiene dos años de experiencia en MMA a partir de febrero de 2014, con dos peleas aficionadas (2-0) y dos profesionales (2-0), incluyendo una sumisión en solo 45 segundos sobre Michael Jackson el pasado mes de enero para ganarse el derecho a enfrentar a CM Punk. Además, entrena con el actual contendiente de 155 libras, Jim Miller y su hermano, el ex peleador Dan Miller.

“Lo mejor de todo es que nadie sabe de mí. Prefiero ser el subestimado. Me gusta ese rol. La presión está en él. Se supone que él gane. ¿Pero qué pasaría si le pego en la cara, si lo coloco en una sumisión?”, cuestionó CM Punk.

“No sé si hay gente que piensa que yo no he estado entrenando duro o que no estoy comprometido con esto, pero lo descubrirán el sábado”.