Conor McGregor definitivamente es todo un personaje que sabe vender.

No solo llegó tarde a la conferencia de prensa de UFC205 el jueves en Madison Square Garden, sino que lo hizo vestido de un ‘chulo’ y por poco forma un motín con su rival, el peleador de ascendencia puertorriqueña y campeón peso ligero Eddie Álvarez, tras arrebatarle la correa de su mesa y luego hacer aguaje de irle para encima con una silla en mano.

Álvarez responsablemente había llegado temprano para el intercambio de diatribas con el irlandés y para contestar preguntas pero tras responder a varias interrogantes de los periodistas presentes y señalar que McGregor le faltaba el respeto a la audiencia por no estar a tiempo – como es su costumbre – el peleador del Filadelfia decidió abandonar su silla y retirarse de la conferencia hasta que llegara McGregor, dejando solos a los semiestelaristas Tyron Woodley, Stephen Thompson, Joanna Jedrzejzcyk y Karolina Kowalkiewicz.

Al poco tiempo apareció McGregor con un llamativo abrigo blanco como si fuese el jefe de un burdel, tomó el micrófono y dijo: “Llegué tarde y me importa un cara%#. Soy un ‘chulo’ y si no fuera por mi este cartel se hunde”.

De inmediato, aprovechó que Álvarez no había regresado a su asiento, le robó su correa de 155 libras que tenía sobre la mesa y la puso al lado de su propia correa de las 145 libras.

Segundos después Álvarez reapareció y sin mediar palabra se acercó a McGregor y le arrebató de regreso una de las correas de campeonato y la puso en su mesa. Luego cogió su propia silla, la cerró y la tiró justo detrás de donde estaba sentado McGregor mientras se quitaba su chaqueta en señal de que estaba listo para hacerle frente al irlandés allí mismo.

McGregor entonces recogió la silla e hizo un aguaje de irle para arriba a Álvarez mientras el presidente Dana White intercedía y lo agarraba.

Una vez restaurado el orden, un guardaespaldas se colocó detrás del podio donde estaba White para evitar choques posteriores.

“Cogió una silla porque la necesita. ¿Tú me vistes a mi coger una silla?”, cuestionó Álvarez a uno de los periodistas luego del amague de trifulca.

“Luego que despache a Conor el sábado, tengo un par de piñas coladas que me esperan (para celebrar)”.

McGregor gozó del mayor respaldo de la audiencia presente pues muchos de sus fanáticos vienen desde Irlanda a apoyarlo, amén de gozar de gran simpatía en el noreste de Estados Unidos debido a la gran cantidad de descendientes irlandeses.

Y con los fanáticos adorándolo, McGregor les dio su show y procedió a su verborrea de todo lo que le haría el sábado en la noche durante el pleito titular por la correa de Álvarez en Nueva York.

“Él ya ha cogido muchos golpes y esta viejo. Mis golpes le van a entrar. Es muy fácil pegarle a Eddie. Le voy a transformar su cara. Soy demasiado preciso y lo voy a destruir”, dijo McGregor que tiene foja de 20-3 con 17 nocauts y posee gran poder en su mano izquierda.

No obstante, Álvarez aseguró que haría pagar a McGregor por hablar de su esposa y de sus hijos en días recientes y hasta le requirió que se disculpara.

“Quiero que te disculpes por mencionar a mi esposa y a mis  hijos. Si no lo haces, vas a pagar caro”, le advirtió Álvarez.

“No me importa, cógeme las …”, le ripostó McGregor mientras se agarraba su área genital.

“Ok, vas a pagar por eso”, le contestó Álvarez.

Álvarez, posteriormente, le tiró un golpe bajo a McGregor cuando un periodista preguntó al irlandés sobre cuál era la gran noticia que tenía reservada para luego de la pelea – que muchos especulan se trata de que se cogerá un leve descanso.

“¿Saben qué va a anunciar? Que va a ser padre de dos hijos pero su novia no va a tener gemelos. Hagan la matemática”, dijo Álvarez entre risas mientras McGregor lucía sosito.