¡El sábado no puede llegar suficientemente rápido!

La riña entre el californiano Nate Díaz y el irlandés Conor McGregor llegó a su punto de ebullición durante la conferencia de prensa para UFC202 el miércoles en la tarde en Las Vegas cuando la misma tuvo que ser suspendida antes de tiempo debido a que ambos se agredieron con botellas de agua.

La conferencia había corrido sin problemas por los primeros 20 minutos con Díaz contestando preguntas junto a los semipesados del combate coestelar (Anthony ‘Rumble’ Johnson y Glover Texeira) mientras McGregor brillaba por su ausencia.

McGregor entonces llegó tarde – como es habitual en él – y no pasó mucho tiempo para que se incendiara la mecha.

Así que mientras McGregor contestaba una de sus preguntas, Díaz optó por abandonar el escenario y retirarse de la conferencia mientras le sacaba el dedo del medio a McGregor a su salida y le profería obscenidades.

McGregor, que tenía micrófono en mano entonces le dijo “Tu no haces nada. No vas a hacer nada. Sí, vete pa’l cara… de aquí” mientras la audiencia quedaba perpleja.

Díaz, su hermano Nick Díaz (contendiente de UFC en 170 libras) y Jake Shields (ex peleador de UFC y colega de entrenamiento de los hermanos Díaz) siguieron profiriendo insultos desde la entrada al salón de conferencia y desde ahí le tiraron con una botella de agua a donde estaba sentado McGregor.

El irlandés no se iba a quedar con esa y cogió su propia botella de agua, así como la que le había tirado el séquito de Díaz y la que estaba en la mesa para Teixeira y se las tiró las tres mientras el presidente Dana White clamaba a McGregor que no lo hiciera.

El grupo de Díaz también volvió a tirar botellas y White declaró en ese momento que se había acabado la conferencia de prensa. White le pidió disculpas a la prensa presente y a los peleadores Johnson y Teixeira que estaba allí.

McGregor y Díaz ya se enfrentaron en UFC196 el pasado mes de marzo, donde atrajeron cerca de 1.5 millones de ventas de PPV y en ese duelo McGregor llevó la mejor parte por un asalto y medio hasta que Díaz se recuperó para pegarle varios golpes certeros y luego rendirlo en el piso con una estrangulación.

El sábado es la esperada revancha entre ambos en 170 libras.

“Estoy listo para pelear. Todo el mundo sabe que van a tener una pelea, un buen show cuando me trepe allá arriba”, dijo McGregor antes del altercado.

“Me he preparado para lo que traiga. Ojalá traiga todo (lo que hizo) en su campamento. Quiero ver su ‘clinch’ (pelea cercana), su jiu jitsu, su boxeo. Estoy listo para lo que traiga”.

Díaz, por su parte, ripostó que él ha peleado toda su vida en 155 y 170 libras, que está cómodo en su peso natural y que a McGregor – que es campeón de UFC en las 145 libras – le espera el mismo destino de lo que le ocurrió en el primer combate.

“Tengo 30 libras naturales por encima de él. Yo he peleado con tipos de 155 y 170 toda mi vida. Él ha peleado en 145. No sé cómo puede ganar”, indicó Díaz, mofándose de las predicciones que ha hecho el irlandés de que lo noqueará antes de terminar el segundo asalto.

“Eso fue lo que dijo la última vez y ¿qué paso? Él trata de convencerse a sí mismo de que será así. Pero eso no le va a servir de nada. Solo trata de sentirse bien para poder dormir bien antes de la pelea”.