Una simple llamada telefónica fue más que suficiente para sacar a la superficie los gratos recuerdos y las valiosas lecciones  que Aury Cruz acumuló en sus cuatro años como integrante de las Gators de la Universidad de Florida.

Los recuerdos que resurgieron en la memoria de Cruz no son para menos, pues la llamada no fue de una ex compañera o uno de sus antiguos profesores, sino que vino de parte del Departamento Atlético de la institución. Y el mensaje que recibió fue sorpresivo, pero claro y contundente: la boricua será exaltada al Salón de la Fama de la universidad en una ceremonia que se celebrará el próximo 7 de marzo.

“¡Cuando se lo dije a mi mamá comenzó a gritar! La verdad es que siempre tuve la intención de volver a la universidad para visitar, pero siempre confligía con los torneos en Europa o con la Selección. De hecho, a finales de este mes se va a celebrar la reunión del equipo que fue al Final Four del 2003. Estoy muy contenta y emocionada por la noticia”, indicó Cruz a Primera Hora.

La integrante de la Selección Nacional fue reclutada fuertemente en el 2000 por muchos de los mejores programas de voleibol colegial de Estados Unidos, entre ellos Florida, Penn State, Nebraska, Hawái y Long Beach.

La boricua se decidió por Florida y no solo se quedó con la marca de más puntos y remates de la institución, sino que guió al equipo a su primera aparición en un Final Four en el torneo de 2003. Florida perdió la final, 3-1, contra USC. Cruz también está segunda, de por vida, en remates por set, total de ataques, total de saques directos, saques directos por set, defensas por set y puntos por parcial.

Pese a sus impresionantes logros deportivos, Cruz dijo que en Florida no solo obtuvo una educación y un bachillerato, sino que aprendió a ser una mujer responsable e independiente, virtudes que, desde entonces, han guiado su vida personal y profesional.

“Son muchos los recuerdos, como atleta, como estudiante y como persona. Yo crecí como persona, me volví más independiente y pude notar los cambios en mi persona, en la madurez, y todo eso me ha ayudado a ser la mujer que soy hoy día y a llegar hasta donde he llegado. Si no hubiese dado ese salto (a jugar voleibol colegial en Estados Unidos) no sería la mujer que soy hoy día, independiente, responsable y jugar con equipos en el exterior y hacer mi trabajo, alejada de mi familia”, subrayó la integrante de la Selección Nacional.

Sintió calor familiar en la Universidad de Florida

Cruz recordó que dejó su decisión de con qué universidad jugaría prácticamente hasta el último momento. La rematadora jugó baloncesto y voleibol desde pequeña, e ingresó a la Selección adulta a los 15 años. Al llegar el momento de escoger para qué universidad jugaría, Cruz ya contaba con una vasta experiencia en el voleibol internacional, pero la decisión se le hizo difícil.

“Visité muchas universidades pero no lograba decidirme. Mi primera opción era Nebraska, pero algo que me impresionó fue que Mary Wise (dirigente de Florida) nos visitó en Puerto Rico seis veces. Eso me hizo sentir segura de que iba a estar en buenas manos por ese calor familiar. No me arrepiento para nada de haber sido una Gator”, recalcó Cruz.

Otro aspecto que la ayudó en su decisión de jugar en Florida fue la exposición, a temprana edad, que tuvo en la Selección con voleibolistas que estudiaron y jugaron en Estados Unidos como Yarleen Santiago (Arkansas) y la propia Aurymar Rodríguez, quien jugó para Wise y las Gators del 1994 a 1997.

Cuatro años de ensueño

Cruz fue una jugadora de impacto en la Universidad de Florida prácticamente desde su partido inaugural pues, siendo una novata en el año 2000, Cruz fue incluida por Wise en la rotación titular junto con otras tres voleibolistas de nuevo ingreso.

“Dicen que ese grupo fue uno de los mejores y más fuertes en la Universidad de Florida, y en especial de mi clase (2000), pues éramos cinco freshmen (jugadoras de primer año) y todas jugamos; de las cinco novatas, cuatro jugábamos en el cuadro ese primer año, que era algo que nunca había ocurrido en la universidad. Eso cambió mucho el panorama y era la fortaleza del equipo, empujar a las demás jugadoras que venían entrando de que podían ganarse una posición titular”, explicó Cruz.

Al llegar a su cuarto año de elegibilidad en el 2003, las Gators hilvanaron una excepcional temporada en el voleibol colegial femenino División I. En la etapa regional, Cruz y las Gators dominaron a sus contrincantes (Georgia Southern, Central Florida, Colorado State y Penn State) sin perder un solo parcial. 

En el Final Four en Dallas, Texas, Florida se impuso a la Universidad de Hawái, que contaba en sus filas con Kim Willoughby, medallista olímpica y actual refuerzo en la liga puertorriqueña, en cuatro parciales. El set que perdió Florida rompió la racha de 105 parciales ganados al hilo, una nueva marca en la NCAA. Las Women of Troy de USC (que contaba con Keao Burdine y April Ross), en cambio, vencieron a las Golden Gophers de la Universidad de Minnesota en la otra semifinal para avanzar al partido de campeonato. 

En el partido de campeonato, Florida dio el primer golpe al ganar el parcial inicial al son de 30-25, pero USC respondió al llevarse los siguientes tres de forma corrida, 30-27, 30-19 y 30-26. De esta forma, USC capturó su segundo campeonato consecutivo, y lo hizo de forma invicta al terminar el torneo con foja de 35-0. Mientras, Cruz y las Gators terminaron el campeonato con récord de 36-2; ambas derrotas fueron a manos de USC.

¿Futura dirigente de las Gators?

No es ningún secreto que a Wise le gustaría contar con Cruz en su cuerpo técnico con miras a, en un futuro, dejar a la boricua a cargo del programa de voleibol. 

“A Mary no le queda mucho tiempo porque ella también quiere hacer otras cosas en su vida. Tenemos una buena comunicación y ella me da mucha información en el sentido de cómo yo puedo ayudar a las muchachas jóvenes que, quizás, no tienen la información de cómo moverse para tener las oportunidades que yo tuve. Le he preguntado cuánto tiempo más ella va a estar en el equipo y ella me ha preguntado cuánto tiempo más voy a estar jugando en el exterior o cuáles son mis planes porque uno nunca sabe”, explicó Cruz.

La rematadora toabajeña, desafortunadamente, no podrá asistir a la ceremonia del 7 de marzo debido a que estará en su segunda temporada corrida con el Rabita Bakú de Azerbaiyán, pero sí enviará un vídeo de agradecimiento. Cruz admitió que ahora es que ha comenzado a digerir la noticia, y el honor la tomó por sorpresa, pues la institución la llamó en el periodo mínimo para considerar atletas para ingresar al Salón de la Fama, 10 años.

“Mis padres van a estar y el vídeo va a ser bien emocional. Ahora es que estoy comenzando a creerlo. No pensé que ese honor llegaría tan rápido, pero definitivamente llegó en un buen momento para mí; es una de las mejores noticias que he tenido y me ayuda a entender quién soy verdaderamente. Voy a estar en el Salón de la Fama con atletas que dieron el todo por el todo. Inclusive, el actual apoderado de los Indios de Mayagüez, Alex Brown (retirado jugador de los Bears de Chicago en la NFL) fue exaltado al Salón de la Fama el año pasado. Estar ahí, junto con esas figuras, es espectacular y es algo grandioso”, subrayó.