José Rivera llenó esta temporada las únicas dos vacantes en su estante de trofeos de la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM): los títulos de Jugador Más Valioso (JMV) de la serie final y de la serie regular, al igual que el campeonato del torneo nacional.

Rivera fue pieza clave en el campeonato de los Nuevos Gigantes de Carolina; demostró nuevamente por qué es una de las esquinas titulares de la Selección y le enseñó al mundo que es un líder natural.

“Yo diría que fue un verano de mucho éxito, en el cual logré muchas cosas, tanto con Carolina como con la Selección. Me siento bien orgulloso”, resaltó Rivera a Primera Hora.

Los recientes éxitos han ayudado a Rivera a olvidar los sinsabores de su tercer año en la liga de Grecia. En la pasada temporada capturó el cetro con el club Olympiakos, y este año firmó con el EA Patras, equipo que le hizo la vida imposible.

“En Grecia todavía me adeudan mucho dinero, e inclusive el presidente nos amenazó con quitarnos dos o tres meses de pagos. Yo le dije que si hacía eso yo me iba, y eso fue antes de comenzar los playoffs. Al final no me dejaban ni jugar ni practicar porque era el rebelde del equipo. Pero después de pasar todo y venir acá y ganar el campeonato con Carolina, los premios de JMV, más la clasificación a la Liga Mundial, me siento bien contento”, recalcó Rivera.

Los logros de Rivera se añaden al del resto de la plantilla carolinense, que cargó con los galardones de Regreso del Año (Ángel Aja), Dirigente del Año (Arcángel Ruiz), Apoderado del Año (Gerardo Negrón), Líbero del Año, Líder en Defensas y Pases (Joel Rivera) y Líder en Acomodos (Juan Miguel Ruiz).

Y para completar, Rivera vio cumplido el pasado fin de semana uno de sus sueños al ayudar a la Selección a clasificar a la Liga Mundial.

“Desde los 13 años veía a Cuba y Estados Unidos jugar en la Liga Mundial cuando empezó, y nunca pensé que yo también estaría ahí jugando”, añadió Rivera.