Hasta el voleibol sentado es un deporte  de gente grande. Pero grande de verdad.

La selección de Irán de voleibol sentado, que ganó oro en los Juegos Paralímpicos Río de Janeiro 2016, revolucionó el juego al presentar un voleibolista de 8 pies de estatura (cuando está de pie) con agilidad para atacar, bloquear y servir.

El puertorriqueño Edgar LaForest vio en persona jugar al gigante, que se llama Morteza Mehrzadselakjani y reaccionó con una palabra.

“Impresionante”, dijo quien jugó en Río 2016 con la selección de Estados Unidos.

El voleibol sentado o sitting volleyball es la modalidad paralímpica del juego. Como dice el nombre, los atletas paralímpicos juegan sentados sobre la superficie. Solamente cambian algunas reglas del voleibol de cancha que se juega de pie. Naturalmente, las dimensiones de la cancha y la malla están ajustadas para la modalidad.

Irán venía de ganar plata en los Juegos Paralímpicos Londres 2012 y, con el gigante de 8, logró el oro en Río 2016 al superar Bosnia y Hezergovina. Tuvieron marca de 5-0 en el torneo, en el que perdieron solamente un set en toda la competencia.

LaForest explicó que el iraní sufre de gigantismo y que la condición por la que cualifica para jugar voleibol sentado en los Paralímpicos es que una de sus piernas es seis pulgadas más corta que la otra, lo que afecta su caminar.

Pero aún con el gigantismo, cuando el iraní entra a la cancha se movilidad frente a la malla es tan buena como la del jugador más ágil, lo que le hace impresionante, dijo el boricua.

“Sabe jugar porque lo prepararon. Bloquea bien y remata muy bien. Es impresionante. Es tan grande que su cabeza está sobre la malla y hay que atacar contra los codos de él, no contra sus manos”, dijo el acomodador y atacante de Estados Unidos que en Puerto Rico trabaja como árbitro de la Federación Puertorriqueña de Voleibol.

“También sirve hacia abajo, como si estuviera sirviendo, y tiene control de balón”, agregó sobre otro fundamento clave en el voleibol.

LaForest dijo que Bosnia y Hezergovina también presentaron jugadores grandes para esta edición de los Juegos. Agregó de Brasil, que ganó el bronce, que jugó con un paralímpico de 7 pies de altura. El boricua dijo que la altura se está convirtiendo en una tendencia para el voleibol sentado.

Hizo contactos en Río 2016

LaForest no solamente tuvo la oportunidad de jugar en sus primeros Juegos Paralímpicos y de presenciar la sensación que fue el gigante iraní, sino que también pudo hacer buenos contactos en favor de su deseo de traer el voleibol sentado a Puerto Rico.

Dijo que estuvo en contacto con el presidente del Comité Paralímpico de Puerto Rico, James Torres, quien estuvo en Río 2016 con su delegación de tres atletas.

“Le interesó mucho lo que hago. Vamos a explorar la posibilidad con el Comité Olímpico de Puerto Rico (Copur) y la Federación (Puertorriqueña de Voleibol). No lo he conversado con Trabanco (presidente de la Federación), pero en su momento se hará”, expresó.

Puerto Rico no tiene equipo de voleibol sentado. Además de LaForest, al menos otros tres jugadores puertorriqueños de voleibol sentado han representado a Estados Unidos.

Además, LaForest explicó que supo de otros jugadores de voleibol sentado que puede reclutar para Puerto Rico en un futuro.

“Aquí (Río 2016) la selección femenina de Estados Unidos tenía a una jugadora se nombre Nicky Nieves, de Orlando, que nació en Humacao, de padres puertorriqueños. Me comentó que en el equipo de militares hay dos puertorriqueños que perdieron piernas. Son jugadores identificados ya. Se puede hacer algo para Centroamericanos o Paramericanos. Vamos a ver”.