Han sido varias las ocasiones en que Sheila López ha tratado de retirarse de la Liga de Voleibol Superior Femenino (LVSF), pero, sencillamente, sus servicios todavía están en alta demanda.

La última ocasión en que López intentó retirarse fue al concluir la temporada 2007 con las Vaqueras de Bayamón. Sin embargo, la veterana jugadora aceptó el reto de representar a Puerto Rico, junto con Maritere Ramos, en el voleibol playero.

La sólida demostración de la dupla en el Circuito Continental Norceca de 2008, en el cual se proclamaron campeonas globales, hizo sonar nuevamente el teléfono de López, quien se reintegró a las Vaqueras y las ayudó a llegar a la postemporada en 2009 y a la semifinal en el 2010.

“Tuve un excelente año en la playa y Bayamón solicitó mis servicios. Representé a Puerto Rico en la playa, pero no cobré ni un centavo, y uno no puede vivir sin nada y hay cuentas por pagar”, resaltó López.

“Yo he tratado de retirarme varias veces y no he podido. El año pasado iba a ser mi último, pues me está esperando un trabajo como traductora, en Montreal (Canadá), que todavía no he empezado y por eso estoy aquí”, añadió López.

La jugadora pasó este año en cambio de Bayamón a las Mets de Guaynabo, y pese a Guaynabo contar con cuatro importadas, López continúa brillando como la opuesto titular.

Ocupa la posición número 24 entre las mejores anotadoras del torneo con 176 puntos.

“Para mí es un orgullo poder estar en el cuadro regular con mi edad. A mí me han movido de posición en años anteriores, pero espero quedarme como opuesto porque de verdad me siento bien cómoda en ese lado (de la cancha)”, enfatizó López, de 33 años.

Por el momento, López dijo que se retirará cuando tenga la seguridad de su empleo de traductora en Montreal.

“Cuando eso esté seguro, entonces te puedo decir si es mi último año. La economía no ha mejorado y no tengo un salario fijo en mi trabajo por el día. No quiero que el dinero me cause estrés y por eso estoy aquí. Pero me quiero retirar porque me duele todo el cuerpo. Se verá todo bonito por fuera, pero por dentro me estoy muriendo. Siempre he estado metida en un gimnasio, pero entre los partidos en la universidad y el voleibol de sala y playa, el castigo ha sido fuerte. No quiero tener que utilizar un bastón a los 45 años”, subrayó López.