Este domingo se cumplen 10 años de lo que se considera como la mejor serie por un campeonato de todos los tiempos en la historia del Voleibol Superior Femenino, el que le dio el  título de las Valencianas de Juncos en el 2007.

Al menos así lo consideran quienes participaron en ese campeonato. Así lo consideran hasta quienes estuvieron en el lado perdedor del evento, las Criollas de Caguas.

“Para mí, esa es la mejor final que ha tenido el Voleibol Superior”, dijo el entonces apoderado de las Criollas de Caguas, Luis Berríos. 

Si no fue indiscutidamente la mejor, al menos fue un clásico que marcó el voleibol, a la franquicia de las Valencianas, a su plaza de Juncos y a una de las jugadoras insignes de Puerto Rico, Karina Ocasio, quien entonces tenía 21 años y superó toda la presión de una serie en la que hubo poco espacio para el error.

“Por algo es que dicen que es la mejor serie de todas. Hubieron muchos elementos. Fue una serie que a mí me dijo ‘ya estás aquí. Llegaste’. Me dio confianza. Cambié como jugadora”, dijo Ocasio, quien previo a haber jugado en esa final con Juncos había ido a dos series de campeonato con Guaynabo y quien ha participado en los tres más recientes campeonatos de Caguas.

Lo cierto es que el desenlace de aquella final ocurrió el domingo, 30 de abril del 2007, en la neutral sede del auditorio Juan ‘Pachín’ Vicens de Ponce, ante una asistencias de 11,000 fanáticos que llenaron la instalación para el partido que inició a las 5:00 p.m. y que sucedió a una serie de eventos impredecibles.

Cuando terminó esa noche el séptimo juego de la serie final, el campeonato había elevado la vara.

“Habíamos tenido campeonatos buenos entre Caguas y Toa Baja, entre Corozal y Caguas. Pero ese campeonato de Juncos y Caguas fue otra cosa por los elementos que se dieron. Es la serie más espectacular de todas en el voleibol femenino”, dijo el entonces presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol, Carlos Beltrán.

Como cuestión de hecho, el campeonato fue reproducido hasta en un documental de hora y media de duración. Se llamó ‘Crónica de un Campeonato histórico’. Fue una colaboración de la FPV y Libre Expresión Inc.

Fue un campeonato tan dramático que parecía no tener fin. Los primeros cinco partidos se extendieron a cinco sets. Juncos tuvo ventaja de 3-2 en la serie y la oportunidad de ganar el campeonato en el sexto juego en el coliseo Héctor Solá Bazares. La cancha se llenó. Juncos ocupó la mitad de las gradas en anticipación a su primer campeonato. Pero lo impredecible pasó.

Una gotera en el coliseo afectó el area de juego y los árbitros tuvieron de suspender el partido hasta el otro día, cuando Caguas aprovechó otra Sola Bezares llena y envió la serie a Ponce para decidir allí un campeonato no apto de cardíacos. 

“Fue una serie de ocho juego, no de siete juegos, porque tuvimos que repetir uno”, recordó Beltrán.

Una vez en Ponce, las Valencianas tuvieron que lidiar con otra situación más: a Caguas le aprobaron el uso de una nueva refuerzo para el partido final y trajo, nada más y nada menos, que a Kim Willoughby. Hay que recordar que Juncos usó como lema para esa temporada el mote “Juncos contra el Mundo”, en referencia a la limitación de poder jugar con solo una refuerzo que le impuso la Liga a raíz del sobregiro del equipo en el tope salarial.

“Cuando nos trajeron a Kim, ahí fue que dije ‘Vamos a ganar’. Ese fue el error de Caguas porque ya nosotros estábamos jugando como Juncos contra el mundo”, recordó la entonces novata dirigente Xiomara Molero.

El cuento largo corto es que, como no podía faltar, el juego decisivo en el atestado Pachín Vicens se extendió también a cinco sets y, para colmo, el parcial decisivo se fue a los puntos extras luego de que un Caguas, de la mano de Willoughby, se repuso de un 9-12.

Y entonces, en 17-16 para Juncos, Carol Rodíguez fue a servir y lo inesperado volvió a ocurrir: su saque picó como una bomba entre Yarleen Santiago y Grekchy Meléndez para la victoria y el campeonato.