La serie regular tuvo sus altas y bajas para los Gigantes de Carolina, pero cuando las millas cuentan de verdad en la postemporada del Voleibol Superior Masculino (LVSM), el conjunto dirigido por el ex jugador nacional Oswald "Ossie" Antonetti encontró su ritmo y no ha perdido en cinco desafíos de los playoffs.

Carolina sobrellevó lesiones de jugadores importantes como Víctor "Chiqui" Bird y ausencias de atletas como William Thompson por encontrarse activos en la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI). Ese "cambia-cambia" en la rotación de los Gigantes creó cierta inestabilidad e inconsistencia en el nivel de juego del sexteto, pero ahora que están completos e inspirados, Carolina va a ser un hueso duro de roer para cualquier equipo de la liga.

La ofensiva de los Gigantes comienza desde la línea de servicio gracias a su potente batería de saques brincados entre Sirianis Méndez, Bird, Yunieski Ramírez, Juan Miguel Ruiz, Edwins Montaño y Kevin López. En sus cinco desafíos de la postemporada, los Gigantes han acumulado 22 saques directos, incluyendo dos partidos con seis y siete aces.

Después viene la sólida defensa que provee el veterano líbero Orlando Irizarry, unido a las aportaciones defensivas de Méndez, Ramírez y Ruiz. El cuarto de atletas se ha encargado de superar a sus rivales en levantes defensivos en cuatro de sus cinco partidos. Como si fuera poco, Irizarry y Méndez también proveen una recepción bastante estable.

Y ese factor lo ha aprovechado al máximo el acomodador Ruiz, uno de los colocadores más prolíficos y mañosos del campeonato nacional. Con una recepción estable de su lado, Ruiz se ha encargado de alimentar eficazmente la variada ofensiva de los Gigantes. Ruiz ha tenido un mínimo de tres jugadores con puntos en doble dígito durante la racha triunfal.

Aunque el bloqueo de Carolina no ha sido tan terminal como en temporadas pasadas (todos los equipos los han superado en bloqueos para punto durante la racha), lo cierto es que son pocas las veces que un rival logra rematar solo o contra un solo jugador de los Gigantes; pese a tener centrales jóvenes como López y Arner de Jesús, ambos se trasladan consistentemente a tiempo hacia las puntas para unirse a Ruiz o Méndez y Ramírez para tener presencia frente al remate del rival. No hacen muchos puntos en bloqueos terminales, pero el bloqueo carolinense sí toca muchos balones.