Los Patriotas de San Juan parecen tener una respuesta a la principal pregunta técnica que existe sobre el futuro del voleibol masculino de Puerto Rico.

La pregunta es sencilla: ¿Tiene talento la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM) para promover un mejor futuro a su torneo y a la selección nacional de Puerto Rico?

La respuesta de San Juan parece ser contestada con el juego de sus tres novatos atacantes. Estos son los esquinas Jonathan Martínez (Academia Discípulos de Cristo y Phiffer University), Roberto Pérez (Bayamón Military Academy y Erskine College) y Francisco ‘Paco’ López (Colegio La Piedad y George Mason University).

Todos están al tanto de que el futuro de la LVSM está en sus manos y sienten responsabilidad con ella. Y por si acaso se les olvida, tienen a un veterano como Víctor ‘Vitito’ Rivera para recordárselos.

“Tenemos una responsabilidad, ya que como jugadores jóvenes tenemos que salir a jugar duro. Tenemos que demostrar que venimos a quedarnos con la liga, que podemos jugar a un alto nivel. Como dice Vitito, esa responsabilidad es de nosotros para poder quedarnos con las posiciones”, dijo Martínez.

La LVSM ha caído en un bache de calidad y reconocimiento a nivel internacional, contrario al gran nombre que tuvo en las décadas del 1990 y 2000, cuando los principales jugadores de Puerto Rico eran de alta calidad y los refuerzos de entonces eran ‘caballotes’ que jugaban en Europa también.

El bajón del nivel ha sido creado por la salida de los veteranos boricuas y la crudeza de sus jugadores jóvenes. Aparte, la situación económica priva a los equipos de la liga a contratar refuerzos como los que solían traer antes.

Pero, como dice Martínez, si ese bache se va a secar es porque los jugadores jóvenes boricuas meten mano y desarrollan el talento que tienen.

Pérez es otro novato con talento. No es grande físicamente, pero tiene mucho poder en su pegada, y es un excelente pasador. En las dos semanas que lleva jugando en la LVSM ha llamado la atención con juegos de 20 puntos y remates que rebotan hasta las gradas.

Sobre Vélez, basta decir que es un fuerte candidato al premio de Novato del Año. Tiene fuerza, físico y es zurdo en el ataque. Tiene un buen servicio y ha aceptado la responsabilidad de cargar ofensivamente al equipo en su año de novato.

Lo que piden estos jugadores a la Federación Puertorriqueña de Voleibol, la cual organiza la selección nacional, es una oportunidad.

“Hemos dado el grado. ¿Por qué no darnos la oportunidad? Si nos dan la oportunidad, vamos hacer el trabajo, al igual que los veteranos, porque trabajamos y esto es lo que hacemos”, dijo Pérez sin tapujos.

Otros equipos también parecen tener talentos que pueden ayudar a responder a la pregunta. Fajardo, por ejemplo, tiene a varios jugadores que han demostrado que pueden ser titulares, como el esquina y exnovato del año, y ahora posible candidato a Regreso del Año, Eduardo Hernández, o como Pedro Nieves, un medio novato de 6’8”, o el acomodador Josué Suárez, quien ha corrido el equipo pese a su baja estatura.

El mismo dirigente de los Cariduros, Jamille Torres, es material de futuro. El dirigente de 31 años es un candidato al premio de Dirigente del Año. Ha visto noche y día el talento en las canchas. También lo ha visto en las categorías menores, en las que también trabaja.

“A estos muchachos hay que darles la oportunidad porque aunque en este momento no sean los que la gente crean que tienen el talento para estar ahí, en los próximos tres o cuatro años –cuando también vengan los Brian Negrón, los Guillermo García– van a ver que vamos a tener nivel”, dijo Torres al tiempo en que mencionó algunos jugadores universitarios que están activos en los Estados Unidos.

A veces el talento que demuestran estos jugadores no es suficiente. El trabajo que hagan en su técnica y su físico es otro factor. Y como dice ‘Vitito’ Rivera, estos nuevos talentos no tienen el taller que tuvo él, que jugaba en la NCAA y en la LVSM al mismo tiempo, y luego en la Superior y en Europa al mismo tiempo.

El dirigente de Martínez, Pérez y Vélez en San Juan, Ramón Lawrence, tiene esa preocupación. Se pregunta a diario cómo va a trabajar la FPV a esos muchachos jugando cuatro meses del año. Puerto Rico también tiene la Liga Puertorriqueña y la Confederación de Puerto Rico de Voleibol.

“Hay que trabajarlos, pero en el sistema de nosotros no tenemos el taller”, dijo Lawrence.