Cuando Jean Carlos Ortiz dio su primer paso en la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM), hace apenas cinco años atrás como integrante de los Indios de Mayagüez, por su mente nunca pasó la idea de que colocaría su nombre en los libros de historia al ser nombrado el Jugador Más Valioso (JMV) de la temporada 2014.

Sin embargo, cinco años más tarde, Ortiz no solo se graduó del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) y labora como ingeniero civil, sino que se ha establecido como uno de los atacantes más dominantes del torneo nacional, capaz de anotar 25 puntos o más en cualquier noche y contra cualquier esquema defensivo y de bloqueo.

“Si te digo que me veía en esta posición cuando comencé en la liga, te estaría mintiendo. Nunca pasó por mi mente que recibiría el premio de Jugador Más Valioso. Siempre he dicho que quiero hacer bien lo que me propongo y me siento contento de que todos los años vengo con el hambre de cumplir mis metas personales y poner mis números. Pero nunca me visualicé ganando un premio como este”, dijo Ortiz a Primera Hora el pasado lunes, antes del tercer choque de la semifinal B que los Cariduros libran contra los Mets de Guaynabo.

Precisamente, Ortiz fue una pieza importante del rompecabezas del campeonato de los Mets el año pasado. El espigado rematador fue su principal anotador a lo largo del torneo y se combinó con las figuras de Jackson Rivera, Pablo Guzmán, Edwins Montaño, Jonathan King y el dos veces JMV (2012-2013 y 2013-2014) Ángel Pérez.

Este año Ortiz regresó a las filas de los Cariduros con el regreso de la franquicia que recesó en el 2013-2014. El voleibolista pasó sus primeras tres temporadas en la LVSM con los Indios de Mayagüez y luego fue cambiado a los Cariduros para el 2012-2013, equipo que lo reservó antes de solicitar la dispensa.

El año pasado, Ortiz terminó cuarto en puntos anotados con 409 (352 ataques, 35 bloqueos y 22 servicios directos), sexto en saques directos, cuarto en total de ataques y número 18 en tapones. Esta temporada, Ortiz retomó las cosas donde las dejó al terminar primero en puntos y ataques, y segundo (por promedio) en aces.

Una buena parte del crédito de su consistencia en las pasadas dos temporadas se debe a la labor de preparación física que realizó durante la pretemporada, según explicó en una entrevista previa. En fin, una labor digna de un Jugador Más Valioso.

“Cuando me avisaron (que había ganado el premio) estaba sin palabras. Poner tu nombre en la historia de este deporte que me ha dado tanto es como vivir un sueño, y más al recibir este galardón. Aprecio cada momento que paso en el voleibol y las palabras no pueden transmitir la satisfacción, orgullo y alegría que siento”, puntualizó Ortiz.