Rafu Rodríguez y Orlando Irizarry continúan este jueves la acción en la primera ronda del Abierto de Cincinnati, un torneo que es parte de la Gira Mundial de voleibol playero, y esperan enviar un mensaje a la Federación Puertorriqueña de Voleibol, FPV.

El mensaje, de hecho, comenzó a transmitirse el mércoles, cuando el equipo vendió cara una derrota ante el equipo que está clasificado número 1 en el torneo, Gibb-Patterson, de Estados Unidos.

“No es un equipo cualquiera, hasta puede coger medalla ese equipo en la Olimpiada”, dijo Irizarry vía telefónica desde Cincinnati.

Gibb-Patterson es el sexto sembrado al día de hoy para los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. La derrota fue 21-11, 15-21, 15-13.

Este jueves, Rodríguez-Irizarry juega ante el equipo austrioaco Kunret-Dressler y luego ante el equipo polaco Bryl-Kujaniak.

Previo al inicio del torneo, Rodríguez-Irizarry tuvo que ir al cualifiocatrio de Cincinnati y ahí venció a un equipo de Suiza para clasificar al ‘main draw’ del Abierto.

Los boricuas llegaron a Cincinnati sin expectativas, costeándose los gastos y con el aval de la FPV, que no le ha dado continuidad al voleibol playero en este año olímpico porque concentra todos sus esfuerzos en la Selección femenina de cancha.

Pero tal vez levanten la atención de la FPV con este torneo.

“Estamos sin expectativas (olímpicas), ha demostrar que tenemos voleibol de playa en el taque y, tal vez, lanzar la bola al otro lado de cancha”, dijo Irizarry.

El voleibol playero tiene el mes próximo un Preolímpico Continental y Rodríguez-Irizarry no se rinden aún a perder esa oportunidad de clasificar.