El coapoderado de las Changas de Naranjito está denunciando de un conflicto de interés a un abogado que representa a una jugadora que pertecene a su equipo.

El coapoderado Jorge Dávila señaló que el conflicto lo comete el abogado puertorriqueño Miguel Cáseres porque éste último pertenece a una comisión de arbitraje de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) y no debería estar representando una jugadora avalada por la FIVB.

“Eso es un conflicto craso”, dijo Dávila, quien es el pasado comisionado electoral del Partido Nuevo Progresista.

Dávila no dio el nombre de la jugadora a la que Cáseres representa. 

Cáseres es el ‘Chairman’ del Panel de Arbitraje de la FIVB, según se despende del organigrama de la FIVB en su página web.

Primera Hora consultó la situación con el presidente de la Federación Puertorriqueña de Voleibol (FPV), César Trabanco, y éste contestó que está al tanto que Cáseres representa a una jugadora de las Changas. Trabanco aclaró que la representación es de un caso de pago cuando la jugadora en cuestión pertenecía a las desaparecidas Pinkin de Corozal.

“Tenemos conocimiento. Eso está ahí. Se puede interpretar como un conflicto de interés. Hay que ver cómo lo ve la Federación Internacional”, dijo en una conferencia de prensa en que la FPV nombró los dos nuevos dirigentes nacionales de voleibol de cancha.

La deuda que arrastra la Liga de Voleibol Superior (LVSF) con las Pinkin desde hace tres años tiene al día de hoy a la liga sin posibilidad de usar jugadoras refuerzos en su temporada 2017 porque la Confederación Norceca se lo está prohibiendo. La Confederación es la que aprueba los permisos de usos de jugadoras importadas.

Reunión clave el miércoles

La LVSF tiene, de hecho, este miércoles una reunión para ratificar un voto que tomó su Junta para no usar jugadoras refuerzos y nativisadas en la temporada 2017, que inicia en enero.

“Se dio hasta el miercoles para atender esta lamentable situación que viene desde el 2013”, dijo Trabanco. “Y no es que la Liga no quiere jugar con refuerzos. Es que hay una prohibición para contratar refuerzos”.

Trabanco reveló, que ante la situación de la deuda con las Pinkin, la Junta de la LVSF votó 7-1 a favor de no jugar con refuerzo. Trabanco detalló que la deuda con las Pinkin es de $70,000.

Dávila, por su parte, dijo que Norceca está castigando equivocadamente a la Liga por una deuda que tiene un equipo. El castigo es la prohibición de usar jugadoras refuerzos en la temporada 2017.

“Los responsables de las deudas con las jugadoras son los equipos, no es la Liga”, dijo Dávila, quien admitió que tiene deudas con jugadoras de su equipo por la temporada 2016.