El dirigente Hugh McCutcheon es un conocedor  de finales olímpicas en el voleibol de cancha, y cree que en Río de Janeiro se puede repetir el nuevo clásico femenino: Estados Unidos contra Brasil. 

Pero ambos equipos se tienen que cuidar contra  de rivales en la ronda preliminar. Estados Unidos debuta hoy ante Puerto Rico, un equipo que McCutcheon conoce personalmente, porque lo ha enfrentado en el pasado y porque tiene una jugadora como Daly Santana a la que dirigió a nivel NCAA en la Universidad de Minnesota.

Puerto Rico, según McCutcheon, tiene oportunidades ante el equipo primer clasificado del mundo.

“(Puerto Rico) tiene que jugar bien, primero que nada. Claro está, Estados Unidos es el número uno del mundo. Para mí, todo se reduce a que Puerto Rico haga pocos errores. En la medida en que Puerto Rico baje los errores no forzados, va a tener oportunidades”, dijo.

Puerto Rico es un amplio desfavorecido ante la selección estadounidense que McCutcheon dirigió a la final en los Juegos  Olímpicos de Londres 2012, en donde estuvo a un set de ganar la medalla de oro ante Brasil.

También Puerto Rico es entre los dos equipos, el novato olímpico, lo que se le puede notar en un juego de debut como el de hoy y ante un rival de esa calidad.

“Siempre se pueden esperar emociones. Puerto Rico está en sus primeras Olimpiadas,  y de seguro van a estar emocionadas”, dijo McCutcheon.

Además de desafavorecidas ante Estados Unidos, las boricuas también son las desfavorecidas en el Grupo B que lo completan China, Holanda, Italia y Serbia, todos equipos de primer orden.

Por su parte, Estados Unidos y Brasil se deben descuidar menos ante el resto de las potencias del mundo, inclusive de Rusia que no ha tenido un buen verano.

“Es claramente posible que Estados Unidos y Brasil puede ser la final”, dijo McCutcheon sobre los finalistas del pasado Grand Prix. 

“Pero hay que contar con China, que ha tenido un buen verano y nunca se puede descartar a Rusia”.