El alcalde de Dorado, Carlos López, cree que la Junta de Planificación debe reconsiderar la determinación de no demoler las antiguas instalaciones del Hotel Cerromar en ese municipio.

“Yo creo que se debe reevaluar. Es una edificación que puede tener unos 60 años como mucho. El uso de los espacios y tecnología que demandan ahora los hoteles no está completa ahí. Hay unos serios problemas de infraestructura que hacen difícil poderlo mantener y Puerto Rico está en una necesidad urgente de desarrollo económico”, dijo López.

Resaltó que tanto él como el alcalde de Vega Alta, Isabelo Molina Hernández, coinciden en que el hotel debe demolerse para dar paso a nuevos proyectos de turismo en esa zona.

“Esa zona está dentro de nuestro proyecto Visión Dorado 2025, porque nosotros compartimos terreno con Vega Alta. Estoy entendido con el alcalde de ese municipio que apoya la demolición, porque es clave para los dos pueblos en términos del desarrollo económico”, dijo López sin ofrecer detalles sobre los intereses del municipio sobre el espacio que ocupa el Hotel Cerromar.

La CAAPPR  expresó por escrito que la Junta de Planificación autorizó la designación de emergencia por considerar al Hotel Cerromar sitio histórico.

Según la Junta de Planificación  el hotel es una estructura construida en 1971 que integra el legado de la empresa pública y privada, además de tratarse de una arquitectura del movimiento modernista en Puerto Rico que respondía a las condiciones particulares de la isla.

El Hotel Cerromar, diseñado por la Oficina de Arquitectura de Toro y Ferrer, es una edificación que tiene significado histórico, llevándose a cabo en el lugar un sinnúmero de eventos de importancia social.

Además, es un ejemplo emblemático de arquitectura tropical con un área abierta cuyo precedente solo se compara con el área de recepción del Hotel Caribe Hilton de San Juan, de la misma firma de arquitectos.