Desde que perdió los derechos sobre su propiedad hace casi un año, el hatillano Eduardo Ramos  duerme a la intemperie en las instalaciones del Parque Pasivo de la Urbanización Mar Azul en la Capital de la Industria Lechera.

La convivencia de Ramos en las instalaciones municipales continúa plagada de controversias. Por un lado, el municipio de Hatillo denunció que el hombre se apropió ilegalmente de un espacio público y por el otro, el individuo  reclamó que la inacción gubernamental le mantiene viviendo injustamente.

“Yo vivía aquí mismo, en la urbanización Mar Azul, pero no pude pagar la casa y el banco me desahució. He hecho miles de gestiones con el municipio y con el Departamento de la Familia (DF), pero todavía es la hora que sigo durmiendo en un bohío del Parque”, explicó Ramos, quien pernocta en el espacio público desde el 16 de octubre del año pasado.

El vicealcalde de Hatillo, Carlos Román, explicó que el municipio confrontó dificultad en que Ramos cumpliera con los requisitos para una residencia pública, pues el hombre sin hogar nació en el estado de Illinois y actualmente no posee un acta de nacimiento, una tarjeta de identificación o de seguro social.

“Cuando el banco me desahució me dio tanta vergüenza que dejé todos los documentos míos allí y los perdí. El municipio y el DF me prometieron que me iban a ayudar a sacar esos papeles, pero nada ha pasado”, declaró el indigente.

El hombre desahuciado sobrevive con las donaciones de sus vecinos y duerme en una cama para acampar. Explicó que la lluvias constantes han arruinado sus escasas pertenencias y que tiene que comenzar a colectar comida de nuevo después de cada aguacero. 

LE ASIGNAN CASA

Según explicó el vicealcalde de Hatillo, el DF excepcionó la falta de documentos que comprueben la identidad de Ramos y halló una residencia para el hombre en Ponce.

“El problema ahora es que él se niega a trasladase hacia el apartamento. Él dice que tiene que irse con su pareja, que es una muchacha que está recluida en un hospital de Río Piedras porque tiene problemas mentales”, expuso Román.

El hombre desamparado, de 46 años, admitió que ya escuchó la oferta del DF, sin embargo, reconoció que denegó el ofrecimiento porque el espacio residencial en Ponce es para una sola persona.

“Ellos saben muy bien que yo he hecho todas las gestiones para dos personas y no solamente para una. Mi novia que, tiene 25 años, está recluida por razones injustas y ahora mismo no me dejan verla. Yo no me voy a mover de aquí sin ella”, argumentó Ramos.

El vicealcalde de Hatillo dijo que representantes del DF visitarán próximamente al hombre en la urbanización Mar Azul para persuadirle sobre la oportunidad de tener una nueva residencia.

Ramos, por su parte, afirmó que solamente cuando su pareja salga de la reclusión hospitalaria, considerará abandonar el Parque.

AMENAZA PÚBLICA

El comisionado de la Policía Municipal de Hatillo, Carlos Villanueva, afirmó  a través de El Norte, que ha recibido querellas anónimas con denuncias sobre un comportamiento agresivo de Ramos hacia las personas que se acercan hasta el Parque para recrearse. 

“Esta persona, que le gusta tomar alcohol, se torna agresiva y comienza a decir improperios, y las personas se asustan. Las llamadas siempre son anónimas y si nadie presenta formalmente una querella, el trabajo para arrestarlo es más difícil”, dijo el comisionado.

“Yo no me pongo agresivo aquí con nadie, porque el mismo municipio me ha tratado de emplazar para sacarme de aquí  y no ha podido, porque no hay prueba y porque yo soy una persona humilde. Trataron de decir de que yo era dueño y señor del bohío y eso es falso”, reiteró  Ramos.

Mientras tanto,  Román añadió que  la Oficina Municipal de Manejo de Emergencias ya removió del Parque varias mascotas de Ramos que, presuntamente, atacaban a los visitantes de las instalaciones.

Admitió el funcionario que el municipio intentó en  en vano de desplazar  a Ramos del espacio público a través del foro judicial

“Él se ha instalado totalmente. Duerme y tiene sus pertenencias con él. Él se ha apoderado del baño e interviene con las personas que quieren utilizarlo. Tiene unas mascotas que atacan a las personas que se acercan al bohío. Es una cosa difícil”, manifestó  el vicealcalde.

El funcionario adelantó que si los esfuerzos del DF por trasladar a Ramos hasta Ponce resultan inútiles, el municipio utilizará de nuevo sus recursos legales para sacarlo del espacio público, esta vez bajo el argumento de que ya se le ofreció una residencia.