La empresa puertorriqueña especializada en árboles de cacao, Semila, expandió sus instalaciones con la reciente adquisición de un terreno en Barceloneta que viabilizará el futuro despacho de 5,000 árboles de semilla de chocolate. 

“En esta fase ya logramos adquirir una finca que estaba hecha un basurero y la convertimos en un espacio para el desarrollo de más árboles de cacao y también para el surgimiento de un centro agroturístico”, afirmó la presidenta y fundadora de Semila, Decenia Vega.

Explicó la arecibeña que la creciente demanda de más árboles para la producción de chocolate, promovió que muchos ojos se posaran sobre la empresa. Detalló también que tras ganar una propuesta gubernamental por $40,000, Semila se propone convertir la finca en el barrio Tiburones de Barceloneta, en un espacio agroturístico desde el que sus visitantes podrán confeccionar su propio chocolate. 

“La próxima meta es lograr sacar de aquí, 2,000 árboles de cacao. A largo plazo necesitamos que sean 5,000.  Continuamos haciendo investigaciones sobre maquinaria y nuevos procedimientos para hacer que esas metas sean una realidad”, dijo Vega. 

“De seguro Puerto Rico puede convertirse en la meca del chocolate como el café. Por eso me levanto todos los días y sigo promoviendo el cacao en la Isla. Cuando comencé  a sembrar me dijeron que si no era agrónoma u hombre,  no iba a tener éxito en la agricultura. Pero con este crecimiento he demostrado que lo que se necesita es determinación. Realmente quiero hacerlo, meterle mano y lograrlo. Puerto Rico lo necesita”,  expresó la empresaria antes educadora. 

 Vega dijo que con el propósito de convertir la nueva finca en un terreno autosustentable, cultivará plátanos, guineos, parchas y guayabas. 

  “Los estaré cultivando y vendiendo para sostener la finca mientras crecen los árboles de cacao”, dijo. 

Según la empresaria y agricultora, la mujer puertorriqueña tiene en el cultivo una gran oportunidad para el desarrollo económico individual. 

“Lo primero  que hay que sacarse de la cabeza es que la agricultura es para pobres y no es digna. No es verdad que para ser agricultora tengo que estar sucia siempre o sin maquillaje”, aseguró Vega. 

En una reflexión sobre el rol de la mujer en la actividad agrícola de Puerto Rico, Vega dijo que las construcciones sociales han nublado el paso de las mujeres hacia el trabajo en la tierra. Destacó la empresaria que las capacidades de las mujeres exceden el trabajo en el campo. 

“Lo que se necesita es una buena mente. Yo vengo a la tierra a trabajar pero la empresa también me necesita en la oficina para pensar. La agroempresa en Puerto Rico requiere ser estructurada y organizada. Se ha demostrado en estudios, que la mujer es capaz de hacer muchas cosas a la misma vez, así que no puede haber un oficio más ideal para nosotras”, argumentó Vega. 

Papel como abono

La empresaria desde el año 2013 dijo que, consiente de su labor administrativa, implementó en sus cultivos un programa que aprovecha el papel que descartan las oficinas y lo transforma en una capa que provee humedad para sus árboles.  

“Investigué qué se está haciendo en otros países porque Puerto Rico no lo es todo. En los huertos caseros se hace mucho esta técnica de papel. Cuando vi que funcionó, lo apliqué a un predio de la finca y así promuevo el crecimiento sano de los arbolitos”, declaró la agricultora. 

La técnica que recicla papeles trozados y los coloca sobre las plantaciones de cacao, sirve para retener la humedad en ausencia de un sistema de riego y al mismo tiempo, evita el crecimiento de grama alrededor de la planta. 

“La naturaleza tiene una conexión especial con las mujeres y aunque este proyecto se ve en el campo, comenzó en la oficina donde las mujeres somos muy buenas”, afirmó Vega.