El ambiente salsero ha producido grandes artistas que, a su vez, han nutrido la industria con trabajo honesto y talento genuino. Músicos, cantantes, arreglistas, orquestas y hasta productores, han hecho combinaciones exitosas que le han ganado el reconocimiento del público y, más aún, han dejado una huella imborrable en el gusto del salsero. 

Incluso, en la carrera de estos artistas, la huella dejada por sus colaboraciones es tal, que se les hace muy difícil evitar comparaciones con sus trabajos posteriores. Algunas de ellas se han dado de manera fortuita, otras, planificadas estratégicamente; pero todas son sin duda, musicalmente ricas y determinantes a la hora de hablar de salsa.

Puente y Santitos

Tito Puente, un músico excepcional con una orquesta de primer orden, encontró en Santitos Colón su complemento perfecto. A pesar  que por la orquesta de Tito Puente ya habían pasado cantantes de la talla de Vicentico Valdés y Gilberto Monroig, es Santos Colón quien con sus interpretaciones del mambo y, especialmente los boleros, marcó toda una etapa en la carrera de Puente. El estilo de los arreglos del “Rey del Timbal”, el sonido de la orquesta y hasta la utilización del vibráfono parecían estar hechos a la medida para Santos.

Pacheco y El Conde

Un sonido más sonero que salsero, define esta combinación que, como bien sirvió de título para uno de sus discos, constituyó “la combinación perfecta”. Johnny Pacheco y sus colaboradores crearon un sonido muy urbano del son cubano y, para Pete “El Conde” Rodríguez, cantarlo era la especialidad de la casa. Siendo uno de los soneros más fieles a la tradición cubana, Pacheco grabó con grandes estrellas. Cada uno de esos juntes fue muy exitoso, pero siempre quedará la huella distintiva de la unión de voces de Pacheco y El Conde.

Palmieri y Quintana

Un sonido irreverente y un cantante con un estilo único, le permitieron a La Perfecta, primera agrupación del maestro Eddie Palmieri, abrirse paso y plantar bandera en el ambiente musical. Al encontrarse Palmieri y Quintana, pusieron su sello de éxito a la carrera de ambos,  al punto que, aunque cada uno tuvo una carrera por separado, siempre la gente quiso verlos cantar juntos. Hasta casi el final de su carrera, Palmieri llevaba de invitado a Ismael a sus presentaciones, reconociendo así la importancia de su colaboración en su historia profesional.

Harlow y Miranda

Cuando Ismael Miranda llega a la orquesta de Larry Harlow, el grupo ya tenía algunos años de fundado. Contaba con producciones grabadas e, incluso, cantantes como Felo Brito (ya un veterano) habían cantado con la orquesta. Fue el “jíbaro aguadeño que sí sabe del montuno” quien le cayó como anillo al dedo al “judío maravilloso” y, juntos, comenzaron una era que marcó un hito en la historia de la salsa. Sin duda alguna, Ismael Miranda es parte de la era dorada de la orquesta Harlow. 

Willie Colón y Héctor Lavoe 

No hay mucho qué decir de esta dupla que no se sepa ya. En varias ocasiones he dicho que, en mi opinión, ellos simbolizan el sonido más representativo de esto que llamamos salsa. Colón, un visionario y aguerrido músico y productor. Lavoe, un cantante joven, pero de una formación musical popular puertorriqueña profunda; combinada con su nueva vida en una ciudad que le invitaba a darle un nuevo sonido a su voz y estilo. Pacheco fue el genio que los juntó por primera vez y ellos agruparon sus talentos para hacer historia en un género que, gracias a artistas de su talla, se disfruta y se respeta con el pasar de los años. 

Sergio George y Marc Anthony

El sonido de Sergio George y la voz de Marc Anthony inundaron las ondas radiales y se posicionaron en el gusto de los salseros de todo el mundo. Marc fue la voz que le imprimió fuerza interpretativa y carisma a una propuesta muy interesante y refrescante.  En síntesis, una combinación muy efectiva en un momento donde la salsa necesitó un segundo aire. Sergio y Marc, sin duda, se lo dieron. 

Estos son algunos ejemplos de grandes aristas que crearon, triunfaron y dejaron huella al unir sus talentos. Son ellos ejemplo vivo de que, cuando se trabaja en equipo, con talento natural y genuino se demuestra que... en la unión está la fuerza...

¡Camínalo!