Las miradas no se hicieron esperar. Tan pronto llegaron a la plaza pública de Caguas fueron el centro de atención de los presentes, quienes los observaban, algunos con disimulo, y otros con atrevida desfachatez.

Llegaron agarrados de manos, sonrientes y conscientes de las miradas.

Cristina Gándara y Christian Panepinto pueden ser para muchos una pareja dispareja. Ella mide tres pies con 11 pulgadas y él seis pies. Pero la diferencia de estatura no es diferencia para este par de enamorados que lleva dos años de noviazgo.

Se conocieron en la universidad, gracias a un amigo en común, y lo que comenzó como una amistad se fue trasformando hasta que creció el amor. Ambos se admiran y se apoyan y no dudan en expresarlo cuando se les pregunta sobre las cualidades de cada uno.

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“Lo primero que me atrajo de Cristina es su personalidad porque ella es bien alegre, carismática y bien caritativa con las personas. Su alegría me llamaba mucho la atención y me hacía a mí sentirme muy feliz”, expresó Christian.

Cristina, por su parte, suelta sin problemas que lo primero que le atrajo de su novio fue su físico, pero que luego que lo fue conociendo poco a poco “me envolví”.

Esa admiración y confianza que existe entre la pareja, fue la que llevó al joven de 24 años, a insistirle a Cristina que audicionara para la nueva edición de Idol Puerto Rico de Wapa.

Cristina narró que debido a su timidez no se atrevía a participar de este reality show, pero gracias a su novio y a su hermano Tommy –quien participó en la competencia el año pasado y también padece de enanismo–, decidió hacerlo a última hora. Para su sorpresa, pasó las primeras dos audiciones y superó la crítica de Topy Mamery.

“Topy es el miedo de todos, pero a él le encantó mi audición y me dijo que si yo había pasado esta ronda no era por mi estatura ni por lo físico, sino porque tengo el talento para estar aquí”, comentó la joven de 23 años de edad, quien previo a Idol Puerto Rico, nunca había cantado en público.

La estudiante de justicia criminal comentó que no está detrás de la fama, sino que su propósito de participar es para dejarle saber al público de que no existen límites cuando uno se propone una meta.

“Me gusta enfatizar en que no hay límites, que en realidad si tú sabes que puedes hacer las cosas que las hagas porque la gente apoya a uno cuando uno demuestra que lo puede hacer”, puntualizó Cristina, quien nació con la condición de enanismo.

Límites tampoco ha tenido la relación que Cristina mantiene con Christian, demostrando que en el amor tampoco existe barreras.

“Hay gente que me dice que cómo yo puedo, que él es muy alto, que es un abusador y cosas así, pero en realidad están los buenos comentarios y los malos. La verdad es que la gente nos ve porque causamos motivación”, expuso la incipiente cantante, quien dijo que muchas veces cuando salen a comer la gente se les acerca para tomarse fotos con ellos.

Christian, por su parte, destacó que una de las preocupaciones que tiene si Cristina entra a la competencia de Idol Puerto Rico es precisamente el acoso del público hacia su novia.

“Me gusta que la gente vea sus talentos, que la reconozcan como nosotros la hemos reconocido y que sea una inspiración para otras personas como ha sido para mí y para su familia, pero como he visto como son con ella en la calle, a veces me preocupo que no vayan a ser muy impulsivos”, compartió.

Cristina se sonríe al escuchar a su novio y expone de inmediato que eso siempre es un riesgo, pero que ella está dispuesta a tomarlo con tal de ver concretado uno de sus sueños.

“Hay mucha gente que se cohibe en el mundo por miedo a la humillación, pero no se deben de cohibir porque personas como nosotros servimos como apoyo y como recordatorio de que si tú te propones algo en la vida, lo puedes lograr”, concluyó.