Mucho antes de recibir su diagnóstico de cáncer, la periodista Keylla Hernández fue la voz del mensaje de prevención que lleva la fundación Susan G. Komen. Al celebrarse hoy la décimo cuarta edición del evento benéfico “Race for the Cure” fue inevitable no sentir su presencia a través de las memorias, de las expresiones de amor y admiración hacia ella, y del legado vivo que representan sus hijos.

“Este año me siento super, super honrado de que pueda decir que soy el que llevo el legado de mi mamá”, expresó Kevin Gabriel, el mayor de los hijos, quien esta vez asistió acompañado de su padre Robin Rodríguez, de su hermano Gustavo y de su abuela materna Miriam Ramos, entre otros familiares.

“Me entró lo de mami, me siento super, super feliz”, dijo ante su propio asombro de poder ser parte del evento y servir de vehículo para llevar el ánimo y la solidaridad que siempre manifestó su progenitora, fallecida el pasado 31 de diciembre.

Kevin se unió al amplio grupo bautizado como “El clan de Keylla”, como lo hacía desde hace varios años como voluntario, pero en esta ocasión para representar el carisma, la entrega y el amor que regaló la comunicadora a la fundación, y que ellos hoy reconocieron.

“Sé que aunque no la vamos ver en la tarima, ella está aquí con nosotros, se da a sentir. Es algo diferente, muy fuerte, pero lo vamos a hacer, y de nuevo, sumamente contento de que estemos todo el mundo aquí. Muchas gracias a Susan G. Komen, y seguiremos llevando el mensaje, porque esa es la misión que tenemos”, puntualizó el joven universitario en una conferencia de prensa en la que participaron, entre muchos otros, la actriz, presentadora y sobreviviente Adamari López, la actriz Karla Monroig, el excorredor Javier Culson y la periodista Celimar Adames, quien este año encabezó la convocatoria para “El clan de Keylla”.

Para los compañeros de Hernández en el matutino Noticentro al amanecer, de Wapa, ha sido igualmente emotiva esta edición de la carrera 5K, que sobrepasó las 8,000 inscripciones, informó Amarilis Reyes, directora ejecutiva de Susan G. Komen Puerto Rico.

“Para nosotros representa mucho, porque ella abrazó (esta causa) desde mucho antes de pensar que iba a tener un diagnóstico de cáncer. Esta fue una de las causas que ella abrazó, porque estaba convencida de que era algo bueno, era algo para expresar solidaridad a las sobrevivientes, empatía con las que ya llegaron a otra dimensión, pero sobre todo para llevar un mensaje de prevención”, destacó quien fue su compañero ancla, Normando Valentín.

“Así que hoy hay un poco de nostalgia, ella físicamente no está, pero su presencia se siente, así que estamos todos por ahí regados como unas hormiguitas en cada una de las tarimas, y es un día de mucha nostalgia, de mucha solidaridad, pero al fin y al cabo hay algo de felicidad, porque se siente que ella está aquí”.

La reportera Aixa Vázquez llevó a su colega muy cerca de su corazón, a través de una banda con su imagen que se amarró del brazo derecho. La recordó como “la capitana de todo”. “Los días sin ellas no son fáciles”, especialmente para el grupo que completan Jorge Gelpí y Mónika Candelario, pero diariamente la tienen en sus pensamientos y conversaciones entre ellos.

Adamari López y Karla Monroig, como portavoces de la fundación, y en el caso de la primera también como sobreviviente de cáncer de seno, fueron enfáticas en el mensaje de prevención. En Puerto Rico, ocho mujeres reciben un diagnóstico de cáncer de seno a diario, lamentó Monroig.

“El cáncer es difícil tenerlo y es difícil sobrellevar la enfermedad hasta superarla, pero también es una experiencia de vida que te hace crecer, que te hace madurar, que te hacer más fuerte, y al final, si uno le busca la vuelta, termina siendo para bien, porque hay un crecimiento”, confesó López, en compañía de su esposo Toni Costa, y de su hija Alaia.

Entre las cientos de personas que pintaron de rosa el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot se encontraba la ponceña, residente de Guaynabo, Angélica María Santos Pérez, paciente de cáncer cerebral. Compartió su experiencia con la enfermedad sentada en la arena del coliseo mientras figuras de Wapa, como Jaime Mayol, Tita Guerrero e Ivonne Orsini hacían lo posible por regalarles un rato de alegría.

El cáncer tocó a la menuda mujer en julio del año pasado, y estar presente hoy, tuvo un gran valor. “Estamos dando la batalla y por todas aquellas que no pueden estar en el día de hoy, por ellas hacemos el sacrificio con alegría, optimismo y fe, y vamos hacia adelante”.

Para ella y para todas las mujeres en medio de la enfermedad, vaya nuestro abrazo.