Philip Seymour Hoffman estaba bajo los efectos de la heroína cuando seis semanas antes de su muerte dijo a sus amigos que temía que estaba destinado a morir de una sobredosis.

De acuerdo con el portal tmz.com, fuentes afirmaron que Hoffman les confió en diciembre pasado que había comenzado a inyectarse heroína y no podía abstenerse. Pero el actor les dijo que la usaría solo por unos días y que luego la haría a un lado.

Las fuentes indicaron al portal que Hoffman volvió a Alcohólicos Anónimos (AA) en un intento desesperado de estar limpio, pero para su gran frustración, no funcionó.

Relacionadas

Durante las últimas seis semanas, a menudo se veía desaliñado y sucio. En un momento alguien le preguntó qué tan grave era su problema, y él respondió: "Si no me detengo, sé que voy a morir".

Hoffman también estaba bebiendo en exceso, lo que abrió la puerta a muchas malas decisiones cuando se trata del consumo de heroína.

Irónicamente, se dijo que Hoffman fue a las reuniones de AA en los últimos cuatro años y que fue considerado un "gurú " porque había estado sobrio por mucho tiempo. Hoffman daba charlas inspiradoras a personas que asistían.