Saludos y bienvenido al curso introductorio Star Wars 101. Nos place el que usted haya finalmente decidido salir de esa cápsula de sueño profundo dentro de la que ha estado hibernando por los pasados 38 años y que lo ha mantenido completamente ignorante acerca de uno de los mayores iconos de la cultura popular en la historia. Mucho ha cambiado en casi cuatro décadas, pero por ahora enfoquémonos en lo bueno, como por ejemplo el estreno de Star Wars: The Force Awakens, la cuarta entrega de la saga cinematográfica que comenzó en 1977 y se convirtió en todo un fenómeno mundial.

Sí, sabemos que habrá gente que le dirá que en realidad esta es la séptima parte de la serie, pero ignórelos por ahora. Recuerde: nos estamos enfocando en lo bueno.

Entonces, comprendemos que usted lleva demasiado tiempo durmiendo y no desea encerrarse en su casa viendo tres largometrajes solo para poder ir al cine a distraerse y ver cómo ha avanzado el medio desde la década del 70. Pues no se preocupe que a continuación le resumiremos todo lo que necesita saber para poder entender lo que verá en pantalla cuando se exponga al mayor estreno del año.

Antes de arrancar, un pequeño detalle: Favor de hacer caso omiso de las personas que lo rodearán en la sala ataviados de capas, con peinados extraños, luciendo cascos, máscaras o portando espadas de colores. No se trata de una moda futurista.

“Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…”

“Star Wars” comienza con la Alianza Rebelde intentando derrotar al vil Imperio Galáctico mediante el robo de los planos de la imponente base espacial conocida como el “Death Star” con miras a hallar una debilidad para destruirla. 

La “Princesa Leia”, una de las líderes de los insurgentes, es capturada por el villano “Darth Vader” –un antiguo guerrero “Jedi” mitad máquina, mitad hombre- pero no antes de que ella esconda los planos dentro de un robot llamado R2-D2 quien escapa junto otro androide, C-3PO, al planeta desierto Tatooine.

Allí, los robots se topan con “Luke Skywalker”, un humilde granjero con sueños de unirse a la Alianza Rebelde. Su camino se cruza -mediante R2-D2- con el de “Obi-Wan Kenobi”, otro viejo “Jedi” cuya ayuda es solicitada por “Leia” a través de un mensaje holográfico. 

Para encontrarse con ella, el cuarteto contrata los servicios de “Han Solo”, un contrabandista galáctico que los lleva hasta el “Death Star” mientras “Luke” aprende los caminos de “La fuerza” –el poder metafísico de los “jedi” - bajo la tutela de “Obi-Wan”.

Cuento largo, corto: “Luke” y “Han” rescatan a “Leia”...

“Obi-Wan” muere (bueno… “muere”) peleando con “Darth Vader”...

y los planos regresan a manos de la Alianza, que encuentra una falla tan garrafal en la construcción del “Death Star” que lleva a cuestionarse si el arquitecto no era un agente secreto de la Alianza. El error estructural resulta ser fatal para el Imperio, los héroes destruyen la estación...

reciben medallas y viven felices para… eh, por dos o tres meses.

Relaciones paterno-filiales

La segunda película, “The Empire Strikes Back”, arranca con “Darth Vader” tras los pasos de los rebeldes, pero específicamente de “Luke” tras sentir “La fuerza” en él durante la batalla del “Death Star”. El Imperio encuentra a la Alianza en un planeta nevado del que los héroes logran huir exitosamente aunque con rumbos distintos. 

Mientras “Han” y “Leia” intentan escabullirse de las naves del Imperio... 

“Luke”, siguiendo instrucciones del espíritu de “Obi-Wan”... 

...parte hacia el planeta “Dagobah” para continuar su entrenamiento “Jedi” de la mano de “Yoda”, un viejo alienígeno con un serio problema de sintaxis. 

“Luke” se frustra y no acaba con sus clases, “Han y “Leia” se enamoran y todos coinciden en una ciudad en las nubes. 

Allí, “Darth Vader” le ha tendido una trampa al joven “Skywalker”, congelando a “Han Solo” en una plancha de metal y usándolo como carnada. 

“Vader” y “Luke” finalmente se ven las caras en un duelo culminante en el que el ingenuo aprendiz descubre un oscuro secreto de su pasado, una de las mayores revelaciones en la historia del cine...

¡“Darth Vader” ES SU PADRE!

Entre la incredulidad y la resignación, “Luke” se lanza al vacío, rechazando la oferta de “Vader” de unirse al lado oscuro de “La fuerza”, pero al final es rescatado por “Leia”. “Vader” le pierde el rastro a ambos, el cuerpo congelado de “Han” es trasladado a Tatooine donde el mafioso “Jabba the Hut” le había puesto un precio a su cabeza mientras “Leia”, “Luke” y el resto de la Alianza contempla qué hará para rescatarlo.

Victoria y redención

Retomamos la acción en “Return of the Jedi” con quizás el peor plan que pudo improvisar la Alianza para rescatar a “Han”, uno que básicamente se resume en continuar enviando rebeldes para que sean tomados de rehenes por “Jabba” hasta que llegue “Luke” y se le ocurra algo mejor. 

Lo importante es que al final todos los héroes logran escapar con vida de “Tatooine” y reunirse con la Alianza para enfrentar una nueva amenaza: la construcción de una “Death Star” más poderosa que la anterior.

Los rebeldes llegan a la luna de “Endor” para destruir el escudo magnético que protege la peligrosa estación espacial. Allí son sorprendidos no solo por fuerzas del Imperio sino por pequeños ositos que se convierten en sus adorables aliados, capaces de vencer a soldados con armaduras y pistolas láser con no más que piedras y troncos. 

Mientras, “Luke” –tras recibir otra oportuna visita del espíritu de “Obi-Wan”- aprovecha para confesarle a “Leia” que ella es su hermana y “Vader” es el padre de ambos. ¿Está fuerte, no? 

Por suerte, aquel beso que se dieron al principio de la película anterior nunca pasó a mayores.

“Luke” abandona a los rebeldes en “Endor” para enfrentar a “Vader” una vez más en el “Death Star”. El “Emperor”, líder del Imperio y amo de “Vader”, quiere que este convenza a su hijo de que se una a ellos, pero “Luke” presiente que aún hay bondad dentro de la máquina que mantiene con vida el cuerpo de su padre y desea salvarlo. 

Mientras los rebeldes luchan tanto en el espacio como en el bosque contra el Imperio para destruir la estación, “Luke” logra vencer a “Vader” en medio de un arrebato de ira, pero cuando el “Emperor” le pide que lo mate el joven “Jedi” no lo hace.

El “Emperor” tortura a “Luke” ante la mirada de su padre, quien recapacita y salva a su hijo de las garras de su amo, reivindicándose como el “Jedi” que fue. 

Padre e hijo se despiden, “Vader” muere y “Luke” se lleva el cuerpo antes de que la Alianza destruya el nuevo “Death Star”. 

Una victoria agridulce para el héroe de la saga que suponía el fin del Imperio… ¿o quizás no?

“Star Wars: The Force Awakens” responderá esa y muchas otras interrogantes.