He visto muy buenas películas este año, pero casi todas han sido fuera de las salas comerciales y muchas las estoy cargando desde el 2012, porque no fue hasta los últimos meses que tuvieron su estreno fuera de los festivales. Esa ha sido la tendencia en los últimos años y ya se ha convertido prácticamente en la regla, más que la excepción. La oferta hollywoodense del 2013, hasta ahora, ha dejado mucho que desear, pero la buena noticia es que gracias a las plataformas digitales ya no tenemos que depender exclusivamente de lo que estrena en los cines.  

No es que no me haya llevado una que otra sorpresa en el camino de lo que sale de la llamada “meca del cine”. Pain & Gain, de Michael Bay, me tomó desprevenido con su divertida mofa del sueño americano, y un par de tremendas actuaciones por parte de Mark Wahlberg y Dwayne Johnson. El sangriento remake de Evil Dead, dirigido por Fede Álvarez, fue uno digno de compartir el título con uno de los mayores clásicos del horror, mientras que la nueva adaptación de The Great Gatsby, a cargo de Baz Luhrmann, me cautivó con su fantástica puesta en escena a pesar de la tibia recepción que tuvo tras su debut en el Festival de Cannes.

El experimento de Seth Rogen y Evan Goldberg, de tomar a un puñado de sus amigos y ponerlos a hacer de sí mismos de cara al fin del mundo en This is The End, pudo ser un aparatoso desastre, pero acabó siendo la mejor comedia de lo que va del año y una que va estar difícil de superar en lo que respecta a carcajadas por minuto. Del resto de los mayores estrenos del verano, World War Z, Fast & Furious 6, Man of Steel, StarTrek Into Darkness y Monsters University caen cerca del punto medio del “OK”, y con algunos estoy siendo generoso (todas mis esperanzas de algo verdaderamente memorable ahora se recuestan de los hombros de Guillermo del Toro y su Pacific Rim). Sólo destacaría a Iron Man 3 por la manera subversiva en la que Shane Black trabajó sobre las películas de superhéroes. Sé que a muchos no les gustó que jugaran con el “sagrado” canon de los cómics, pero eso es una de las cosas que la hizo diferenciarse.

La crema y nata

Hasta ahora, los cinco mejores estrenos que he visto este año -de los que han estado disponibles para verse en la Isla- han venido de la mano de cuatro renombrados directores y uno que va encaminado a eso. Los mismos son: Before Midnight, de Richard Linklater y lo más cercano que he visto este año a una obra maestra; To the Wonder, la más reciente obra de Terrence Malick que polarizó a la crítica, como de costumbre; Side Effects, uno de los mejores largometrajes de Steven Soderbergh en la pasada década; la irresistiblemente siniestra Stoker, de Park Chan-Wook; y la magnífica Upstream Color, de Shane Carruth, que fácilmente se eleva como uno de los estrenos más originales y discutidos del 2013.

La buena noticia, para ustedes, es que aún quedan excelentes películas por estrenar, aunque no esperen que la mayoría lleguen a nuestros cines. Tendrán que verlas en algunas de las plataformas digitales en Internet. Entre las que ya he visto, se encuentran Spring Breakers, una aguda sátira que ridiculiza los excesos de la cultura pop, dirigida por Harmony Korine; la sublime comedia Frances Ha, en la que Noah Baumbach rinde tributo a Manhattan, de Woody Allen; el estremecedor documental The Act of Killing, acerca de la matanza de miles de comunistas en Indonesia; la enigmática y maravillosa Post Tenebras Lux, del cineasta mexicano Carlos Reygadas; las soberbias obras europeas Beyond the Hills y The Hunt, de Cristian Mungiu y Thomas Vinterberg, respectivamente; y Mud, el más reciente largometraje de Jeff Nichols (Take Shelter), con otra impresionante actuación de Matthew McConaughey, que estrenará próximamente en Puerto Rico.  

¿Cuáles han sido para ustedes los mejores estrenos del año hasta ahora? ¿Qué les ha parecido el 2013 en general en términos cinematográficos? ¿Cuáles películas de los próximos seis meses anticipan con ansias? Compartan sus respuestas en los comentarios. Con suerte, lo mejor del cine del 2013 aún está por venir.