Drug War

Hacía tiempo que no veía una película policiaca tan buena como esta de Johnnie To. Su argumento es sencillo, incluso trillado: cuando el líder de un cartel –interpretado por Louis Koo, frecuente colaborador de To- es arrestado en medio de una redada, el capitán de la unidad anti drogas (Honglei Sun) lo convence de que traicione a sus cómplices proveyendo información y participando activamente de un operativo a cambio de librarlo de la pena de muerte.

La efectividad de Drug War yace en su ejecución. El director nos obliga a prestar atención a todo lo que está sucediendo en pantalla desde la primera escena del filme, cuando seguimos a un grupo de personas que persigue secretamente a otro grupo de personas por la ciudad.  To no se detiene para proveer momentos de extensa exposición, en la que algún personaje explica verbalmente lo que está pasando, quién es quién y qué están haciendo. La trama se expone visualmente y a través las acciones de los personajes. Recae en el espectador atar los cabos y mantenerse activo.

El argumento va escalando y se va haciendo más complejo a medida que la investigación avanza, lo que nos permite conocer tanto a los policías como a los criminales. El desenlace ocurre en un escenario que solo podría ser más peligroso si se hiciera en el ala de maternidad de un hospital, oportunidad que le permite al director liberar toda la energía que mantuvo guardada a lo largo de la cinta en una explosiva escena de acción en la cantidad de municiones es ilimitada.

Aunque su fuerte es la acción, To es un cineasta sumamente versátil que siempre se esmera por ofrecer entretenimiento de la mejor calidad independientemente del género.  Tan cerca como el año pasado saco Drug War y el excelente romance Romancing in Thin Air (disponible en Hulu). Si nunca ha visto su trabajo, cualquiera de estas dos es tremenda introducción.

Drug War está disponible para alquiler a través de iTunes y Amazon Prime.


Zero Charisma

Durante años, la figura del nerd o el geek ha aparecido en decenas de películas, pero pocas, si alguna, lo ha representado con la misma autenticidad que los directores Katie Graham y Andrew Matthews alcanzan en su ópera prima. Por más que la cultura popular insista en hacerlo –a través de farsas como The Big Bang Theory-, los nerds no han sido ni jamás serán cool. Son personas que viven marginados, cautivos de sus propios hobbies, que son los mismos que probablemente han tenido desde la infancia.

Zero Charisma se balancea entre lo tierno y lo patético al girar en torno a Scott (Sam Eidson), un hombre inmaduro que aún vive con su abuela y cuyo highlight de su semana es el juego de tabletop RPG que mantiene desde hace tres años junto a sus amigos y en el cual se desempeña como Game Master. Con la salida de uno de los jugadores, Scott empieza a buscar a alguien para llenar la posición. El único interesado es Miles (Garrett Graham), un hipster que solía jugar RPG de adolescente y quisiera volver a hacerlo.

El divertido guión de Matthews provee el conflicto mediante la lucha de poder entre Miles y Scott por la atención de los otros miembros del grupo, resultado en cómicas discusiones que van desde personajes de los cómics hasta la eterna pelea sobre cuál es mejor: Star Wars o Star Trek. El filme se torna un poco más serio en la segunda mitad, mostrando el lado más oscuro y solitario de ser un nerd, pero nunca raya en lo antipático gracias a la buena actuación de Eidson. El título podrá decir “cero carisma”, pero la película tiene mucho encanto y corazón. 

Zero Charisma está disponible para alquiler en iTunes y Amazon Prime.


Escape From Tomorrow

Desde su debut en el Festival de Sundance, el pasado mes de enero, he estado esperando el día que pudiese ver esta película que fue secretamente filmada en los parques de Disney. Creía que ese día nunca llegaría. Que el ejército de abogados de la casa de Mickey Mouse se encargaría de que nunca volviera a ser vista por nadie excepto esos pocos que lo hizo en Utah. Para la gran sorpresa de muchos, Disney no hizo nada, prefiriendo ignorarla que darle mayor atención.

¿Cumplió con las expectativas? Sí y no. La verdad es que esperaba más después de todo el “hype”. En parte es mi culpa por haber leído cuanta entrevistas se publicó con el elenco y el director Randy Moore. Encontraba fascinante el hecho de que este grupo de cineastas logró filmar toda una película bajo las narices de la seguridad de Disney. Me gustó ver esto en pantalla, identificar atracciones en las que yo mismo me he montado, y entendí las intenciones de Moore de condenar la alegría manufacturada de la empresa. Sin embargo, su guión necesitaba mayor desarrollo y coherencia.

He visto muchas comparaciones de Escape from Tomorrow con filmes de David Lynch. Mientras entiendo por qué las hacen –Lynch disfruta de destapar el lado oscuro de lugares aparentemente benévolos, como en Twin Peaks o Blue Velvet-, la comparación le queda grande a Moore. Lynch es un experto surrealista. El acercamiento de Moore es más extraño por el mero hecho de serlo. Las imágenes que presenta tienen el potencial de ser escalofriantes, pero carecen de la tétrica atmósfera que se manifiesta en los trabajos de Lynch.

Aun así, admiro la propuesta de Moore como el primer largometraje de un nuevo cineasta que está dispuesto a tomar riesgos y salirse de los márgenes de lo convencional. Aprecio de dónde viene y lo que quiso decir en lo que es una pieza muy personal acerca de la idea de una felicidad falsa, momentánea y superficial. Las entrevistas que leí informaron mi experiencia con Escape from Tomorrow, un filme que se queda corto de su ambición pero que igual merece atención si por más nada que su osadía.

Escape from Tomorrow está disponible para alquiler en iTunes y Amazon Prime