En lo que inmediatamente sobresale como la adición más curiosa al Criterion Collection en los últimos años, Jellyfish Eyes –primer largometraje del artista nipón Takashi Murakami- es una película difícil de calificar como un “importante” estreno contemporáneo, uno de los objetivos del sello. Sin embargo, si esto significa que en el futuro podríamos ver trabajos más excéntricos en la colección (algo de Takashi Miike o Sion Sono, ¿quizás?) pues bienvenida sea la iniciativa.

Jellyfish Eyes toma la debacle del tsunami del 2011, específicamente el desastre nuclear de la planta de Fukushima, y lo combina con lo que en esencia no son más que unos Pokemon para contar una aventura infantil acerca de… ¿la amistad? ¿Los peligros de la energía nuclear? Algo así. La trama no tiene mucho sentido, y esto lo dice alguien que ha visto suficientes series de animación japonesa como para poder identificar cuando un argumento está ultra rebuscado o simplemente incoherente.  

La película arranca con la mudanza del protagonista, el niño “Masashi” (Takuto Sueoka), junto a su viuda madre a un área rural de Japón. Por alguna razón que no queda del todo clara, los niños del área poseen teléfonos y tabletas que dan vida a pequeñas criaturas conocidas como F.R.I.E.N.D.s (las siglas significan algo pero son solo una excusa para deletrear esa palabra). Mientras, el tío de “Masashi” trabaja como científico en una fábrica cerca cuyos experimentos podría desatar una energía negativa de tal magnitud que podría destruir la Tierra, por lo que recae en los niños y sus extraños amigos impedir que esto ocurra.

A quiénes único podría apelar el filme son a los espectadores más pequeños –que sepan leer subtítulos en inglés- y a los curiosos fanáticos del anime y los videojuegos, pues es a lo más que se asemeja esta propuesta de Murakami. Los efectos especiales resultan bastante llamativos y se nota que usaron hasta el último yen del limitado presupuesto en la creación de los F.R.I.E.N.D.s, pero lo que empieza como una simplona aventura para niños pierde su dirección en la segunda mitad cuando prácticamente se transforma en un incomprensible videojuego, aunque uno que visualmente luce muy bien.

La secuela ya fue anunciada. Mhm...


El disco

Al haber sido filmada  en digital, la transición de Jellyfish Eyes a Blu-ray no podría ser más fácil. La película luce fenomenal, con una imagen brillante y clara que cuenta con el más alto nivel de detalle. Lo único que podría criticarsele –y esto es más dirigido al presupuesto del filme que a la transferencia- son las inconsistencias de los efectos especiales que a veces se ven perfectos y en otras no tanto. La pista de audio en japonés 5.1 DTS-HD Master Audio se escucha muy bien, pero no es una que vaya a servir de disco de demostración, pues se limita a cumplir con lo básico en términos de diseño de sonido.

El artista y director del filme, Takashi Murakami, ofreció una entrevista a Criterion en la que aborda la idea de la que nació Jellyfish Eyes, una que incluye influencias de la televisión y los estragos del devastador tsunami del 2011, entre estos la catástrofe nuclear de Fukushima.

Además, los contienen un “making-of” de la película, una colección de material crudo filmado durante la producción y el tráiler de la secuela.