De no haber existido un John Cassavetes, quizá no habría un cine de Martin Scorsese. Esto no lo digo yo, sino el propio director de Goodfellas, quien señala las obras de quien es considerado el padre del cine independiente como las que lo inspiraron a perseguir una carrera en el séptimo arte. Y como Scorsese hay decenas, sino cientos, de otros directores en cuyo trabajo se ve la influencia del cineasta niuyorquino que falleció a los 59 años, en 1989, tras dirigir una docena de películas.

La huella de Cassavetes es evidente en los primeros filmes de Scorsese -como Mean Streets y Raging Bull- que perseguían un naturalismo basado en relaciones humanas. Cassavetes, sin embargo, no fue muy apreciado en su patria cuando en 1959 hizo su debut con Shadows, largometraje que en una palabra podría ser descrito como “jazz” por su naturaleza improvisada. Filmada dos veces en Nueva York, la trama sigue la relación entre un hombre y una mujer y los conflictos raciales que surgen cuando él se entera de que ella, a pesar de ser de tez clara, es de padres negros.

Al ver la cinta, no cabe duda de que en 1959 no había nadie haciendo nada igual en Estados Unidos. Las influencias europeas –como el neorrealismo italiano y el recién nacido French New Wave- son explícitas en la propuesta de Cassavetes, por lo que no sorprende que el filme recibió una mejor acogida en el Festival de Venecia, donde ganó el premio de la crítica. Irónicamente, Shadows fue posteriormente estrenada en Estados Unidos como una película extranjera.  

Cassavetes regresó a las relaciones sentimentales en Faces (1968), su primera colaboración con su esposa, la actriz Gena Rowlands, en la que se expone la descomposición de un matrimonio a lo largo de una noche. A tono con el título, el director se concentró en los rostros de sus protagonistas y las emociones que denotaban, alcanzando un nivel de verosimilitud que borra la división entre la narrativa de ficción y el documental.

Mi introducción al cine de Cassavetes fue mediante la que muchos consideran su mayor obra cinematográfica: A Woman Under the Influcence, de 1974. La película gravita alrededor de la monumental y devastadora actuación de Rowlands como una mujer batallando contra una enfermedad mental. Todas las virtudes del estilo de Cassavetes están expuestas en esta cautivante producción en la que las emociones te llegan hasta el tuétano y es imposible apartar la mirada de lo que está ocurriendo en pantalla aún cuando es difícil de ver.

Para efectos de esta reseña, vi el corte de 108 minutos de The Killing of a Chinese Bookie, el segundo que hizo Cassavetes tras estrenar originalmente uno de 134 minutos que tuvo una pobre recepción. Ben Gazzara da una brillante actuación como Cosmo Vitelli, un degenerado adicto a los juegos de azar a quien se le ofrece matar a un corredor de apuestos a cambio de borrar su deuda de $20,000. Este es un fascinante estudio de personaje que se sumerge en el bajo mundo de Los Ángeles a tal nivel que la pantalla parece ensuciarse mientras Vitelli deambula por varios antros. El desenlace en un cabaret es probablemente me final favorito de los filmes de Cassavetes.

La quinta cinta en esta colección de Cassavetes es una de las últimas que filmó: Opening Night. Lamentablemente no tuve tiempo de verla a tiempo para esta reseña (una que he estado postergando demasiado desde que el set salió a la venta a finales de octubre), pero la tengo en agenda para antes de que termine el año. Quizá se deba a que tiendo a rehusarme a ver toda la filmografía de directores que admiro y que ya han fallecido. Me gusta guardar dos o tres de sus trabajos para verlos en el futuro. Así lo he hecho con Kubrick, Kurosawa y otros maestros del cine. No me gusta la idea de vivir en un mundo donde no tengo nada nuevo que ver de ellos.

Presentación audiovisual

Mi experiencia con algunas de estas películas de Cassavetes había sido a través del canal de Criterion en Hulu, donde se veían bastante bien en 720p. Las películas en este set fueron restauradas de las mejores copias posibles en 35mm (con excepción de Faces, en 16mm) para obtener la mejor calidad posible para un formato casero. Cada una se presenta en su formato original y el resultado es excelente.

Criterion, en colaboración con el Archivo de Cine y Televisión de UCLA, han hecho un fantástico trabajo de presentar cada filme en resolución 1080p manteniendo intacto el grano del celuloide que emula la experiencia de estarlos viendo en un viejo proyector. Incluso la cinta más vieja, Shadows, se ve muy bien, aunque es la única que presenta señales de deterioro en la copia, pero son mayormente insignificantes.

Los dos largometrajes en blanco y negro (Shadows, Faces) gozan de estupendos niveles de contraste, mientras que las que son a color (A Woman Under the Influence, The Killing of a Chinese Bookie, Opening Night) se ven nítidas y llamativas.  

Las cinco películas cuentan con una pista de audio mono en inglés, con subtítulos en inglés, y la claridad del diálogo es mejor de lo que se podría desear.  

Extras

Voy a comenzar destacando lo que suelo dejar para lo último: el panfleto que viene incluido en todos los lanzamientos de Criterion. El de este set es de 80 páginas y contiene una abundancia de material que servirá tanto a los primerizos en la filmografía de Cassavetes como a sus mayores admiradores. El pequeño libro cuenta con ensayos de colaboradores regulares de Criterion, como Kent Jones, Stuart Klawans, Gary Giddins, entre otros, al igual que varias entrevistas con el propio director realizadas a través de los años. Y como si eso fuera poco, también leerán un tremendo tributo escrito por Martin Scorsese, así como actores y guionistas que trabajaron con Cassavetes.

A continuación, el resto del extenso material suplementario dividido por discos:

Shadows: A Constant Forge: The Life and Art of John Cassavetes es un documental de más de tres horas de duración que se adentra en la vida del cineasta a través de quienes lo conocieron mejor. Esta es la joya del set y una que es mandatorio ver, incluso quizá antes de exponerse a los filmes. El disco también incluye entrevistas con la actriz Lelia Goldoni y el productor Seymor Cassel; material del taller de drama de Cassavetes; una demostración de la restauración del filme; fotos, pósters y el tráiler.

Faces: secuencia alterna de introducción de 18 minutos de duración; un episodio de 1968 del programa de televisión francés Cineastes de notre temps, dedicado a Cassavetes; el documental del 2004 Making of Faces, con entrevistas a Gena Rowlands, Seymour Cassel, Lynn Carlin y el cinematógrafo Al Ruban; y una entrevista adicional a Ruban en la que habla del proceso de filmación e iluminación del largometraje.

A Woman Under the Influence: conversación filmada en el 2004 entre los protagonistas de la cinta, Gena Rowlands y Peter Falk; pista de comentario con el compositor Bo Hardwood y el camarógrafo Mike Ferris; entrevista con Cassavetes del 1975 tras el estreno de la película; fotos y el tráiler.

The Killing of a Chinese Bookie: el corte original de la película de 134 minutos; entrevistas al actor Ben Gazzara y el productor Al Ruban; entrevista en audio de Cassavetes de los años 70; fotos y el tráiler.

Opening Night: una conversación entre los actores Gena Rowlands y Ben Gazzara, grabada en el 2004; entrevista con el productor y cinematógrafo Al Ruban; entrevista en audio de Cassavetes y varios tráilers de la cinta.

Nota final

Me es difícil decirle a alguien que invierta a ciegas en este set sin haberse expuesto anteriormente a la filmografía de John Cassavetes. Sin embargo, el mismo tiempo considero que esta colección es la mejor introducción que existe al trabajo de uno de los cineastas más singulares del siglo pasado, con dada uno de los cinco largometrajes restaurado a su mejor versión posible y una plétora de material suplementario. Los curiosos deberían darse la vuelta por el canal de Criterion en Hulu, darle “play” a alguna de las películas y ver si les gusta lo que ven. Los atrevidos no lo pensarán dos veces, lo pondrán en su wishlist de Navidad o aprovecharán la actual venta de 50% de descuento en Barnes & Nobles