La fulminante explosión de una cabeza es una de las imágenes más emblemáticas del cine de horror de los 80, y esa es tan solo una de las que el director David Cronenberg inmortalizó en celuloide durante esa década.

Antes de “Long live the flesh” y la repugnante descomposición de un hombre-mosca, el cineasta canadiense se dio a conocer en Estados Unidos con Scanners, película de 1981 acerca de unos humanos telepáticos involucrados en una guerra clandestina contra la compañía que desea controlar sus poderosas y mortales habilidades.

El filme comienza siguiendo los pasos de "Cameron Vale” (Stephen Lack), un vagabundo que sufre de los efectos secundarios de los “scanners” (agudos dolores de cabeza y la capacidad de escuchar los pensamientos de las personas) sin saber que es uno. Tras oír los pensamientos despectivos de dos señoras hacia él en un centro comercial, “Vale” –involuntariamente- las ataca telepáticamente, llamando la atención de dos agentes que lo neutralizan con un dardo y lo llevan ante el doctor “Paul Ruth” (Patrck McGoohan), quien trabaja para la empresa Consec como el supervisor del proyecto de “scanners”.

Al mismo tiempo, en las instalaciones de esta compañía, un ejecutivo se apresta a realizar una demostración de las habilidades de los “scanners” ante un grupo de científicos e inversionistas, por lo que solicita un voluntario del público. Este resulta ser “Darryl Revok” –interpretado por el gran Michael Ironside-, un poderoso “scanner” que sabotea la demostración estallando la cabeza del ejecutivo como parte de su plan de reclutar otras personas que compartan su poder para emprender una batalla por el dominio de la humanidad.

Scanners no es el trabajo más pulido de Cronenberg, quien ha confesado que la producción fue mayormente improvisada y hecha de prisa para aprovechar los incentivos canadienses que se vencían al final de 1980, por lo que solo contó con dos semanas de preproducción y comenzó a filmar sin un libreto completado. Esto es evidente a través del inconsistente ritmo que lleva la cinta, que se toma su tiempo en arrancar y sufre de varias escenas que solo sirven para volcar exposición. Ironside –como es de esperarse- es un tremendo villano, absolutamente comprometido con su papel y manifestando la abrumadora intimidación que caracteriza sus actuaciones, pero Lack deja mucho que desear como protagonista: insípido, soporífero e incapaz de cautivar.

Sin embargo, el argumento central es lo suficientemente atractivo como para retener el interés y el memorable desenlace cumple con las expectativas, no solo en la manera como resuelve el conflicto entre “Vale” y “Revok”, sino en el asombroso despliegue de efectos especiales que exponen el efecto que escanear tiene sobre el cuerpo. Cronenberg dirigiría mejores películas en los próximos años –como Videodrome y The Fly- pero en Scanners se observan las semillas de un cineasta atraído por horror corporal e intrigado por el dominio de las instituciones sobre las personas comunes, dos temas que han sido recurrente a lo largo de su filmografía.

El disco

La nueva transferencia en alta definición de Scanners, escaneada en 2K, llega con el sello de aprobación del propio Cronenberg, quien supervisó la restauración. Presentada en formato 1.78:1 y resolución 1080p, la película luce mejor que nunca, con una tremenda saturación de colores, un nítido nivel de detalle y el contraste adecuado. Aún se alcanzan a ver unas señales de deterioro en la copia –como sucio y rasguños- pero son mínimas. El audio se escucha claramente a través de la pista en inglés LPC Mono que utiliza muy bien el canal central para transmitir el diálogo, los efectos de sonido y la electrónica banda sonora de Howard Shore.

Los fanáticos de Cronenber quedarán muy satisfechos con los suplementos que Criterion ha incluido en esta edición, fabulosamente ilustrada por el artista Connor Willumsen.

Iniciamos con el nuevo documental The Scanners Way, en el que el cinematógrafo Mark Irwin, los maquillistas Stephan Dupuis y Chris Walas, y los artistas de efectos especiales Gary Zeller y Rick Baker discuten los memorables efectos de Scanners. El grupo de cineastas entra en detalles de la producción y resalta las innovaciones que se realizaron en la película para cumplir con las peticiones de Cronenberg.

El actor Michael Ironside concedió una entrevista a Criterion –identificada bajo el título Mental Saboteur- en la que discutió su colaboración con el cineasta canadiense y su interpretación acerca del mensaje de Scanners. El disco también contiene una entrevista al otro protagonista, Stephen Lack, que se centra más en los aspectos de la filmación.

Cronenberg habla acerca de la cinta y sus trabajos previos a esta –entre ellos Stereo, su ópera prima de 1969 que viene incluida en este lanzamiento- en una entrevista de archivo grabada en el programa canadiense The Bob McLean Show en marzo de 1981.

Por último tenemos dos anuncios de radio, el tráiler y un panfleto con un ensayo escrito por Kim Newman.