Cómo cambian las cosas. Actualmente sería inconcebible el que la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas nominase a un filme con una premisa tan delicada, tan espinosa, tan sensitiva –y ni hablar de premiarla-, pero hace 52 años la elite de Hollywood no titubeó al concederle su máximo galardón al cine extranjero a este largometraje de Serge Bourguignon.

Hay que admitir que el argumento resulta incómodo al leerlo: “Pierre”, un expiloto de combate que padece de amnesia (Hardy Krüger), encuentra consuelo a su condición en la amistad que inicia fortuitamente con “Cybele” (Patricia Gozzi), una niña de 12 años que al comienzo de la cinta es abandonada por su padre en un orfanato. La relación rápidamente se torna romántica, pero lo que la mantiene justo al margen de lo insidioso es que jamás se inclina hacia lo carnal. “Pierre” y “Cybele” son dos almas solitarias en busca del amor que no encuentran en otra parte, pero los 18 años que los separan los obligan a mantener su dependencia mutua oculta.

Un gran factor que contribuye a que Sundays and Cybele nos permita ignorar la palabra “pedofilia” es el trauma post-guerra que mantiene a “Pierre” en un estado mental preadolescente. Esto lo hace sumamente susceptible al amor incondicional de la niña, quien a su vez resiente el cruel abandono de quien se supone la amara más que nadie. Bourguignon desarrolla el idilio con mucho tacto e inocencia, concentrándose mayormente en los paseos que la pareja da todos los domingos alrededor de un lago donde comparten tanto sus penas como los sueños románticos que les gustaría cumplir una vez “Cybele” cumpla los 18 años. Mientras la actuación de “Krüger” se nota un poco más calculada, la inmensa naturalidad de Gozzi es toda una revelación, cargando con la película emocionalmente hasta su previsible y trágico desenlace a través de una de las mejores actuaciones infantiles que se hayan visto en el cine.

La cinematografía de Henri Decaë es maravillosa, con un amplio uso de reflejos y rica en texturas forestales que le imparten al filme un aire de cuento de hadas que forjauna armonía con la fantasiosa banda sonora de Maurise Jarre.  Bourguignon solo dirigió dos largometrajes adicionales, pero pocos directores han tenido una ópera prima tan memorable.

El disco

Sundays and Cybele se ve excelente en alta definición. Presentada en su formato original 2.35:1 en resolución 1080p, el Blu-ray goza de unos impresionantes niveles de contraste y detalle que resaltan las ricas texturas y profundidad de la cinematografía. La pista PCM Mono en francés, con subtítulos en inglés, se escucha claramente.

Los suplementos se componen mayormente de nuevas entrevistas a los cineastas. El director Serge Bourguignon aborda la filmación de la película a la vez que hace hincapié en torno a su relación con otros artistas que salieron del French New Wave.

Los protagonistas Hardy Krüger y Patricia Gozzi hablan entrevistas separadas acerca de su relación con el largometraje. Krüger, por su parte, destaca el hecho de que la cinta se logró gracias a su envolvimiento en el proyecto, ya que era el único actor de renombre en el elenco.

Adicional a esto, tenemos el cortometraje documental Le sourire (1960), que ganó la Palma de Oro en Cannes, el tráiler de Sundays and Cybele un pequeño panfleto ilustrado con un ensayo escrito por la crítica Ginette Vincendeau.