Con tantos excepcionales ejemplos para escoger, quizá sea descabellado decir que The Killers (1946) es el Citizen Kane del film noir, pero la comparación es estructuralmente adecuada. En la primera adaptación cinematográfica del cuento homónimo de Ernest Hemingway, los guionistas Anthony Veiller, Richard Brooks y John Huston emularon la narrativa compuesta por flashbacks que utilizó Orson Welles en su renombrado clásico para contar la fatídica historia de un exboxeador cuyas derrotas en el ring combinadas con un gran desamor –vía la usual femme fatale- lo sumergen en un pantano criminal del cual no logra escapar.

El crimen se cuenta a través de una serie de flashbacks que arrojan luz sobre la misteriosa muerte del protagonista. La investigación es capitaneada por “Jim Reardon” (Edmond O’Brien), un investigador que trabaja para una agencia de seguros que busca esclarecer el asesinato de “Ole Anderson” (Burt Lancaster), el excampeón que laboraba como empleado de una gasolinera en un pequeño y pacífico pueblo en el medio de Nueva Jersey.  Intrigado por el hecho de que “Anderson” no huyó de los matones que lo vinieron a buscar, sino que aguardó por ellos en su apartamento, “Reardon” descubre las verdades que acabaron con la vida del púgil y que involucran un complot delictivo.

El director Robert Siodmak te atrapa desde la escena de apertura de este absorbente largometraje mediante la tensa introducción de los asesinos que figuran en el título y que son la médula del cuento de Hemingway, uno que también fue adaptado en un cortometraje codirigido por Andrei Tarkovsky, incluido en los extras. Esta película, contrario al texto del autor, expone el “por qué” detrás del crimen. Los matones llegan a un pequeño restaurante en busca del paradero de “Anderson” y la conversación que surge entre estos y el gerente del establecimiento se torna cada vez más amenazante, rica en el diálogo característico del film noir que también predomina en el resto del filme.

Los dos asesinos son lo que unen esta versión del 1946 con la que dirigió Don Siegel en 1964. En esta película a color, Lee Marvin y Clu Gulager interpretan a los criminales que llegan hasta una escuela para matar a un profesor (John Cassavetes), quien -al igual que Anderson en la del 46- también acepta su destino sin defenderse. Sin embago, aquí los matones son los protagonistas, y es “Charlie”, el personaje de Marvin, quien decide investigar por qué este sujeto se dejó matar cuando él y su compañero lo confrontaron.

Los asesinos de Siegel no tienen la paciencia ni la intensa calma de sus colegas de 1946. “Charlie” y “Lee” consiguen la información a la fuerza, incurriendo en un grado de violencia que obligó a que la película, que originalmente fue filmada para la televisión, tuviese que se estrenada en el cine. Las razones detrás de la muerte central son básicamente las mismas, pero la ejecución es totalmente distinta. Ambas adaptaciones resultan en un interesante ejercicio de comparaciones y contrastes que dicen mucho acerca de las épocas en las que fueron hechas. Además, comprueban que Hemingway hizo lo correcto al dejar fuera el “por qué” de su obra original, pues rara vez la revelación cumple con las expectativas detrás del misterio.

El disco

Independientemente de la versión que vea, The Killers se verá muy bien reproducida en alta definición. La película de 1946 goza de una impactante imagen en blanco y negro, presentada en su formato original 1.35:1, que resalta las sombras características del film noir. La de 1964, por el contrario, se desarrolla mayormente a plena luz del día, así que los colores saltan de la pantalla con un tremendo nivel de detalle. El audio en ambas versiones es en inglés LCPM 1.0 y se escucha claramente por el canal central. Cabe señalar para los amantes de las bandas sonoras que la cinta de 1964 va acompañada de música compuesta por el gran John Williams.

Los extras se dividen por versiones. Comenzando por la original de 1946, los suplementos incluyen cinco tráilers de otros largometrajes dirigidos por Siodmak; una entrevista con Stuart Kaminsky –guionista de Once Upon a Time in America- acerca de las virtudes del film noir y los marcados contrastes entre los estilos de Siodmak y Siegel; una lectura del cuento original de Hemingway y dos adaptaciones adicionales: una para radio y otra la forma de un cortometraje estudiantil codirigido nada más y nada menos que por el ilustre cineasta ruso Andrei Tarkovsky (Solaris, Stalker).

La versión de Siegel incluye como material suplementario el tráiler original del filme, extractos de su autobiografía A Siegel Film leídos por el cineasta Hampton Fancher y una entrevista de archivo realizada al actor Clu Gulager en la que habla acerca de la producción de The Killers, su colaboración con el legendario Lee Marvin y la violencia expuesta en la cinta que generó controversia cuando estrenó.

Por último, tenemos dos panfletos –uno para cada película-, con sendos ensayos escritos por el autor Jonathan Lethem y el crítico Geoffrey O’Brien.