Las comedias románticas no TIENEN que ser terribles, lo que ocurre es que constantemente se esmeran por serlo. What If no se desvía del estricto y formulario patrón que rige este monótono género, simplemente lo refuerza con un dotado elenco y un guión que no teme abordar matices opuestos al color de rosa que predomina en este tipo de película, aun cuando al final -por supuesto- todos viven felices para siempre.

Daniel Radcliffe y Zoe Kazan interpretan a “Wallace” y “Chantry”, la obligatoria pareja protagónica cuya afable química es uno de los pilares del largometraje de Michael Dowse, cineasta canadiense que aquí resalta la maravillosa dualidad de Toronto como una ciudad en la que coincide la modernidad metropolitana con el calor pueblerino. El guión de Elan Mastai –basado en la obra teatral “Toothpaste and Cigars” de T.J. Dawe y Michael Rinaldi- funciona como una versión modernizada de When Harry Met Sally… estelarizada por dos personajes más jóvenes, ingenuos pero igualmente preocupados por la atracción que sienten y que se esmeran por mantener a raya.

Radcliffe se desempeña estupendamente con carácter y simpatía, denotando un potencial que el papel de “Harry Potter” jamás le ofreció. Él es un exalumno de medicina que recién rompió con su novia; ella es una animadora –de las que dibuja, no de las otras- que mantiene una sólida relación con su novio. Kazan encarna a “Chantry” con suficiente madurez y sinceridad como para que sienta genuina y no una de estas perfectas musas fantasiosas cuya única función es sanar las penas del protagonista masculino. Ambos se conocen mediante una de esas circunstancias ultra monas que solo se dan en el cine que propicia un prolongado coqueteo entre una estrecha amistad y el “quiero pero no puedo”.

A los aciertos de la cinta se le suman el tremendo trabajo de los actores secundarios Adam Driver y Mackenzie Davis como una pareja de extrovertidos enamorados, amigos de “Wallace” y “Chantry”, que sirven de reflejo a los deseos reprimidos de ambos.  Verlos lidiar con estos y cómo su amistad se va fortaleciendo es uno de los encantos de What If, pero más interesante aún es la forma como el libreto no esquiva los aspectos más serios que produciría este tipo de situación. Mastai parece estar consciente de que el argumento es trillado, pero al confrontarlo logra salir adelante con algo que no se siente banal aun cuando la narrativa recorre casi todos los lugares comunes que se pueden esperar.

No hace falta reinventar la rueda. Basta con recordarnos cuán bien que puede rodar.