Los Angeles - "The Purge", una reciente sorpresa del cine independiente de terror, pretende extender su éxito con una secuela que mantiene vigente el provocador concepto del filme original y que explora las posibilidades de una noche en la que la violencia está permitida en la sociedad estadounidense.

Es el año 2023 y el gobierno de EE.UU., tras erradicar prácticamente la delincuencia, ha establecido una noche cada año en la que cualquier actividad criminal, incluido el asesinato, está permitida por la ley.

En ese plazo de 12 horas, la policía no responde a ninguna emergencia y los hospitales suspenden su ayuda. El objetivo, según el gobierno, es liberar la tensión y el odio acumulados, pero la población sospecha que sus verdaderas intenciones pasan por exterminar a los más desfavorecidos, los que menos contribuyen a una sociedad repleta de nuevos ricos.

Si la primera parte apostaba por el sufrimiento de una adinerada familia acosada en su propia casa, ahora James DeMonaco, director y guionista, se centra en un grupo de personas que lucha por la supervivencia en plena jauría por las calles de Los Angeles.

"Tras ver la primera, yo también me preguntaba qué estaría pasando en las calles del país. Ahora el público puede identificarse aún más con las víctimas", dijo a Efe una de las protagonistas de "The Purge: Anarchy", Kiele Sánchez, conocida por su papel de Nikki en la serie "Lost".

"De esta continuación me atrajo saber qué le ocurre a las personas que no se pueden permitir protección durante esa noche, y la respuesta es que son presas para aquellos que salen de caza", indicó la intérprete de origen puertorriqueño.

Sánchez considera que el filme envía un mensaje sobre la violencia en la sociedad estadounidense, pero cree que se halla en manos del espectador decidir si se está a favor o en contra de la posesión de armas. 

"Yo estoy en contra, pero creo que lo que el público piense dependerá de su tendencia política. El guión examina la necesidad de algunos de exteriorizar el odio que llevan dentro, pero sobre todo hace hincapié en las diferencias sociales entre el 1 por ciento, las grandes fortunas, y el resto de la población", sostuvo la actriz.

Sánchez encarna a Liz, una mujer a punto de separarse de su esposo. Mientras se hacen con provisiones de última hora para pasar la noche y discuten sobre la mejor manera de informar a sus familias de la decisión que han tomado, sus vidas se ven amenazadas cuando unos enmascarados revientan el tanque de gasolina de su coche.

La pareja queda así a expensas de las bestias callejeras que empiezan a extenderse por la ciudad, aunque logran cobijo en la figura de un hombre solitario (Frank Grillo) que ha ayudado a escapar de la muerte a una madre y su hija (Carmen Ejogo y Zo Soul).

"Liz habla por el público. Expresa muchas de las sensaciones que el público experimenta", declaró la intérprete, que asegura que, si esa actividad criminal que refleja el filme fuera real, "escaparía a lo más profundo de algún bosque" y se arriesgaría a sobrevivir entre animales en vez de entre seres humanos.

"The Purge", con un presupuesto de $3 millones (2,2 millones de euros), recaudó casi $90 millones (66,1 millones de euros) en todo el mundo. Y si funciona esta continuación,  los creadores tienen planes de que la franquicia siga adelante.

"Existe ese potencial porque pueden cambiar la perspectiva a otro grupo, como el de los más pobres. Aquí se empiezan a entender las enfermizas razones del gobierno para llevar a cabo esa limpieza de almas. El comentario político es más claro aún si cabe", indicó Sánchez.

La intérprete debe su fama principalmente a su paso por el drama "Lost", donde su personaje y el del brasileño Rodrigo Santoro (Paulo) tuvieron una comparecencia breve pero muy polémica.

"Para mí resultó satisfactorio. Fue un honor y una bendición disponer de aquellos capítulos. Uno de ellos se dedicó por completo a nuestros personajes, pero los espectadores consideraron que esa historia no tenía mucho que ver con la serie. Entiendo el enfado de la gente", reconoció.

Sánchez, hija de padre puertorriqueño y madre francesa, se mostró orgullosa de sus raíces caribeñas, un pasado que redescubrió durante el rodaje de "A Perfect Getaway" (Una escapada perfecta, 2009).

"Pasé dos meses allí y me encantó. Lo cierto es que no he vuelto, pero estoy orgullosa de esa tierra. Allí empecé a entender por qué soy como soy. Esa es mi gente", finalizó.