Quienes esperen un cierre, la culminación de un ciclo, esta no es la historia... todavía. 

Sin entrar en detalles que arruinen la larga lista de sorpresas (felices y dolorosas) en las casi dos horas y media de película, lo cierto es que Avengers: Infinity War -que estrena hoy en la Isla- funciona más como un aumento en la apuesta y una nueva partida para el taquillero universo cinematográfico de Marvel.

Y es que luego de 10 años de pensar “en pequeño”, los estudios Marvel finalmente se fueron a todas. Claro, la escala en pantalla de esta entrega no significa un rompimiento. ¡Es toda una apoteósis! 

Pero, ¿es posible aumentar algo que ya de por sí es colosal? La apuesta de este nuevo filme es la más alta hasta la fecha, con un presupuesto estimado en $400 millones y la reunión bajo un solo título de casi toda la galería de personajes presentados en los 18 filmes anteriores. 

Infinity War -que junta en pantalla a más de 30 personajes significativos del universo cinematográfico de Marvel- es como lanzar una invasión luego de haber ganado la guerra: aunque aseguró su dominio, Marvel lanza un ataque nuclear.

Infinity es un mundo interesante para la maquinaria de Marvel, que fija mucho de su desarrollo una década adelante. E infinita es, ciertamente, la sensación para tanto los fanáticos como los críticos de la era de las superproducciones sobre superhéroes. Y esta es la superproducción de las superproducciones. 

Ver a tantos buenos actores juntos es lo que hace que esta cinta funcione. El guión de Christopher Markus y Stephen McFeely distribuye a nuestros héroes en pequeños grupos que crean dinámicas divertidas. Por ejemplo, los Guardianes, que inyectan mucha de la diversión de Infinity War, se desviven por el Thor tuerto de Chris Hemsworth: “Es como si un pirata tuviera un bebé con un ángel”, dice Drax (Dave Bautista). Y es que a pesar de compartir un universo cinematográfico, muchos de los personajes no se conocen: “¿Hay un hombre hormiga y un hombre araña?”, cuestiona Bruce Banner, mejor conocido como Hulk (Mark Ruffalo).

En todo caso, la presencia de rostros familiares es más que abundante, bordeando en la sobredosis. El Capitán América (Chris Evans), luego de ser perseguido por las autoridades y desaparecer en Civil War (2016), vuelve a la luz junto a sus leales compañeros Black Widow (Scarlett Johansson) y Falcon (Anthony Mackie) para enfrentar a Thanos (Josh Brolin), un violento titán indestructible que con el fin de borrar gran parte del universo busca combinar el poder de cada gema para conseguir su objetivo. 

Algunas gemas están en posesión de héroes como Thor y su hermano Loki (Tom Hiddleston), Dr. Strange (Benedict Cumberbatch) y Vision (Paul Bettany). Pero el poder de Thanos es considerable y brutal, así que se necesitarán todas las manos posibles para evitar que las adquiera. Por eso también se suman a la lucha Iron Man (Robert Downey, Jr.), Spider-Man (Tom Holland), Pantera Negra (Chadwick Boseman) y los Guardianes de la Galaxia, encabezados por el carismático Star-Lord (Chris Pratt), entre muchos otros.

El filme no olvida uno de los sellos característicos de la saga, el humor, presente frecuentemente en forma de comentarios graciosos y también gracias a la combinación de alianzas peculiares, Tony Stark logra una química divertida con Dr. Strange y, especialmente, Thor forma una hilarante dupla junto al mapache Rocket de los Guardianes.

Sorpresas las hay y son varias. Pero no todas son buenas. La lucha contra Thanos es devastadora y, por primera vez en el universo fílmico de Marvel el lado de los “buenos” también tiene caídos. Baste decir que mueren varios, algunos muy queridos por el público.

Sin embargo, la mayor sorpresa es que esta vez no hay un cierre. El final queda inapelablemente abierto, lo que sin duda provocará una expectativa aún mayor a la actual por la cuarta parte de las aventuras de los Avengers -para la que habrá que esperar hasta el próximo año- y tal vez más de una queja de algún fan. 

Kevin Feige, el mandamás de Marvel Studios, ha dicho que esta película es el “comienzo del fin” de la actual etapa de la saga. De modo que la próxima película será, no cabe duda, una continuación directa de la que debuta hoy.