Los Ángeles.- Para Cody Walker, la muerte de su hermano mayor Paul Walker todavía no se siente real.

La estrella de “Fast and Furious” murió el pasado 30 de noviembre a los 40 años en un accidente automovilístico. Desde entonces, Cody –de 25 años- ha ayudado a completar el papel de su hermano en la nueva entrega de la franquicia cinematográfica, e incluso se mudó de Oregón a California para trabajar en la fundación sin fines de lucro de Paul.

Sin embargo, promover la fundación y discutir la última película completada por su hermano, “Brick Mansions”, probó ser una tarea demasiada cercana a la muerte del actor para Cody Walker.

“Ahora mismo, todavía no ha pasado suficiente tiempo. Todavía no se siente real, porque a veces, trabajando en esta industria, haciendo películas, él habría estado alejado de su familia durante tres, cuatro, seis meses. Y mi única interacción con él habría sido por teléfono. Así que sé que tomará tiempo”, dijo Cody, con voz entrecortada, vía telefónica.

Cody Walker y su hermano Caleb, de 36 años –ambos con un gran parecido a su difunto hermano- trabajaron recientemente en el set de “Fast & Furious 7”, que estrenará el 10 de abril de 2015.

Al preguntársele por su envolvimiento en la producción, Cody Walker simplemente respondió: “No puedo hablar de eso”.

Cody Walker sí discutió brevemente el papel de su hermano en la cinta de acción “Brick Mansions”, que estrenó ayer.

“Paul se estuvo entrenando en las artes marciales por muchos, muchos años. El jiujitsu brasileño era su favorito. La gente está tan acostumbrada a ver a Paul detrás del volante que desconocen ese lado de él”, dijo Cody, quien recientemente se hizo cargo de la marca Reach Out WorldWide (ROWW), una organización sin fines de lucro que busca ayudar a personas en situaciones de desastre que Paul fundó en el 2010.

Pero Cody, claramente, todavía necesita tiempo para sanar y sobreponerse a la pérdida.